En días anteriores, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China aconsejó a sus ciudadanos renunciar a los viajes a Japón “debido a amenazas a la seguridad”.
Se espera que a la ceremonia fúnebre asistan cerca de 6 mil personas que componen las delegaciones extranjeras, así como los representantes de las autoridades centrales y regionales de Japón. Estarán presentes seis miembros de la familia imperial, incluidos el príncipe heredero Akishino y su esposa.