La innovación ha sido bien recibida por los diferentes sectores productivos del país. De acuerdo con datos de Finerio Connect, el valor de las empresas de base tecnológica que operan en Colombia pasó de USD 20 millones a USD 59 millones de dólares.
Las marcas no son ajenas a esta fecha, por eso, han implementado diversas innovaciones para facilitar los procesos de decisión y compra de los usuarios en el mundo digital.
Los modelos de negocio basados en datos abiertos cada vez ganan más espacio en el portafolio de servicios de compañías de diversos sectores de la economía. Una infraestructura digital deficiente o mal diseñada podría rezagar al país en términos de competitividad.
La oportunidad de tener “criptosalarios” está servida para territorios afectados por la inflación y la devaluación de la moneda local, como pasa justamente en Colombia.
Actualmente, las expectativas de los colaboradores están en su punto más alto y los empleados demandan flexibilidad, mejores salarios y un equilibrio vida–trabajo, de allí nacen conceptos como Job Hoppers, o Job Jumpers, sin que eso sea necesariamente malo para su currículum.
La banca colombiana avanza por encima del promedio de la región, estando siempre en el top 4 de países innovadores y de regulación de la banca digital. Sin embargo, aún hay brechas dentro del país que el sector financiero debe atender, con mayor eficiencia, a través de la digitalización.
Con el apoyo de donantes como Google.Org y Citi Foundation, la organización proyecta impactar a 4 mil mujeres más en tres años, buscando que las participantes puedan adquirir nuevas habilidades digitales, así como mejorar su confianza y preparación para emplearse en la economía digital.