El diplomático reconoció que puesto que actualmente está en estado de guerra y se ha acostumbrado a ésta, el cierre de los estrechos le afectaría menos que a otros Estados de la región.

“Nuestro Gobierno no se limitará a esto, seguirá trabajando con los países productores de petróleo, adoptará medidas de apoyo para las industrias como la agricultura, la pesca, así como decisiones para mitigar el alza drástico de los precios de la gasolina y el petróleo”, dijo el primer ministro de Japón, Fumio Kishida.