“Tienen que acondicionarse acá, a las normas de Perú. No puede ser que vengan y hagan pues lo que les viene en gana”, afirmó Alfonso Chávarry.

El crudo se extendió hacia el norte, una zona de acantilados, hasta la localidad de Chancay, afectando una veintena de playas y dos ecosistemas protegidos: los Islotes Grupo de Pescadores y la Zona Reservada de Ancón, hábitat de especies como lobos marinos, el pingüino de Humboldt, la nutria marina y diversas aves.