Entender lo que sucedía en medio de la pandemia; luchar contra el temor de perder la vida propia o la de un ser querido y la incertidumbre sobre lo que podía pasar, fue un reto sin precedentes que impactó casi a toda la humanidad. Aún hoy, más de dos años y medio después de uno de los capítulos que marcó la historia de la civilización moderna en torno a la salud; las economías más fuertes no se han recuperado; el desarrollo industrial no se estabiliza, y el efecto sobre los sistemas sanitarios ha sido arrollador.
De forma paralela, la situación desencadenó un choque emocional contundente en millones de personas alrededor del planeta, en mayor o menor medida, con efectos que fueron más allá de los periodos de aislamiento o las crisis de todo tipo, ocasionando una afectación crónica en la salud mental de las personas en la pospandemia.
Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 2019, antes del covid-19, casi mil millones de personas, entre ellas un 14 % de los adolescentes del planeta, estaban afectados por un trastorno mental. Se dice que el 25 % de las personas padece uno o más trastornos mentales o del comportamiento a lo largo de su vida.
Además, la OMS sostiene que en América Latina y el Caribe el 5 % de la población adulta posee algún tipo de problema mental. Y lo que es más preocupante, un millón de personas muere cada año, en cualquier lugar del mundo, a causa del suicidio; en las Américas ocurren en promedio, 63.000 decesos anuales por esta razón.
Por aspectos como estos es que la conmemoración del día Mundial de la Salud Mental 2023 (octubre 10) cobra especial relevancia, y la OMS, con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de atender los problemas mentales y acompañar a quienes los afectan, hace un llamado a considerar como un derecho humano universal, vivir con dignidad, equidad, igualdad y respeto en medio de cualquier situación mental, principio que se hace lema de este año, para trabajar por el acceso a una atención integral, sin estigmas ni discriminación.
Una enfermedad tratable, pero desatendida
Marcela Ortiz Rudas ha vivido en carne propia dentro de su núcleo familiar, cómo es enfrentar desafíos de salud mental. Dos hermanas diagnosticadas con trastorno bipolar la llevaron a actuar para cerrar brechas en atención sanitaria de la mano de especialistas. Estos retos afectan, no solo a la persona diagnosticada, sino a toda su familia declara. Así nació la fundación “Necesito que alguien me escuche” pues la gente teme hablar con alguien que no está en buenas condiciones de salud mental, señala. “Por ello, en nuestro programa insistimos en que el tema no puede ser visto ni tratado como un tabú, es parte fundamental de la salud integral de los seres humanos y requiere de un tratamiento formal y multidisciplinario de atención y acompañamiento, no solo individual, sino familiar, en muchos de los casos”. La consulta es anónima, se publica en el grupo de Facebook y los especialistas son evaluados por el director médico y se han verificado tanto estudios como trayectoria para garantizar una atención de primera calidad a precios alcanzables para el paciente.
Algo que es muy importante anotar es que gran parte de estas enfermedades son tratables, pero lamentablemente, en el caso de la depresión, por ejemplo, seis de cada diez personas que la padecen en América Latina y el Caribe, no buscan o no reciben el tratamiento que necesitan.
La proporción de personas enfermas que no reciben atención alcanza entre el 60 y el 65 %. La falta de servicios apropiados, de profesionales capacitados y el estigma social asociado a los trastornos mentales son algunas de las barreras para el acceso a una atención adecuada, además de la imperante necesidad de mejorar la capacidad de identificación y tratamiento temprano.
Esto ha llevado a que “Necesito Que Alguien Me Escuche”, una red de profesionales en salud mental de diferentes nacionalidades y ubicados en diversas latitudes, con un profundo sentido de responsabilidad social crearan, ya hace un año, un canal de atención y comunicación permanente en Facebook para consultar por aspectos como ansiedad, pánico, abuso de sustancias y trastornos asociados al estrés y la presión social, en ambientes laborales, educativos y sociales.
La atención a través de canales virtuales hace posible que cualquier paciente obtenga una consulta con el especialista idóneo para su caso; rompiendo barreras geográficas y económicas, logrando recibir una atención de calidad en salud, a un precio que permite conectar la oferta y la alta demanda de uso de estas consultas. Hay disponibles pacientes y profesionales de diversos países de habla hispana que atienden con tarifas estandarizadas. La fundadora del grupo agrega que reciben donaciones que les han permitido apoyar a pacientes que no están en condiciones económicas de pagar las consultas.
“Las opciones de atención van desde la teleconsulta virtual hasta la consulta presencial, con la asignación de un especialista en máximo, un par de horas, reconociendo la importancia de los casos de salud mental, con un enfoque de promoción y prevención de la enfermedad, buscando aportar no solo en la atención individual e inmediata, sino en la investigación, entregando en un futuro cercano, datos epidemiológicos en salud mental, que sirvan como insumo para el diseño y actualización de las políticas públicas en diferentes regiones y países”, explica la gestora de este programa que reside en Madrid y desde esta ciudad conecta a pacientes y especialistas.
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Cifras récord en atención, un logro de muchas manos
El programa “Necesito Que Alguien Me Escuche”, sostiene Marcela Ortiz Rudas, cuenta a la fecha con 1.500 consultantes, con un porcentaje de adhesión al tratamiento del 80 % y un nivel de satisfacción de usuario del 98 %. Después de un año de funcionamiento, primero en redes sociales, iniciando en Facebook e Instagram, y ahora con la recién inaugurada página web: www.necesitoquealguienmeescuche.org
“El balance es muy positivo ya que los objetivos de trabajo de prevención y atención se están logrando. En Facebook contamos con cerca de 4.000 seguidores, además de 25 especialistas comprometidos con el proyecto entre los figuran psiquiatras, toxicólogos, psicólogos, adiccionólogos y coaching. Esperamos expandir muy pronto nuestro margen de atención a 50. 000 personas, y con los blogs sobre temas específicos y la colaboración de nuestros especialistas, seguir publicando mensualmente, artículos de interés en salud mental. De igual manera, nos proponemos realizar encuentros permanentes de prevención y capacitación, ampliando el sistema de vigilancia epidemiológica para poder aportar a futuro, datos que contribuyan a la mejoría de la salud mental y a la calidad de vida de los seres humanos”, indica Marcela Ortiz Rudas.
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