El capitán fue acusado de negligencia y mala gestión de la nave, acciones que condujeron a la muerte de tres miembros de la tripulación.
“Nuestro Gobierno no se limitará a esto, seguirá trabajando con los países productores de petróleo, adoptará medidas de apoyo para las industrias como la agricultura, la pesca, así como decisiones para mitigar el alza drástico de los precios de la gasolina y el petróleo”, dijo el primer ministro de Japón, Fumio Kishida.