Angie Orjuela, integrante del Equipo Porvenir, es sin duda una referente en la historia del atletismo en Colombia. No en vano, ha representado al país en tres Juegos Olímpicos, es la recordista nacional de maratón (2:25:35) y a sus múltiples logros se suma el hecho de haber sido tercera en la media maratón de Bogotá en 2023, cuando logró el tiempo de 1:15:40, el mejor de una atleta local en la carrera.
Sin embargo, las lesiones, ese fantasma que siempre está presente en el alto rendimiento, nunca la había afectado en su carrera deportiva, pero a comienzos de la temporada 2025 una molestia muscular la hizo cancelar su participación en la Maratón de Boston.
Retomó en mayo con un tercer lugar en la Media Maratón de Coban, en Guatemala, y todo parecía que iba por buen camino en su preparación para la media maratón de Bogotá.
Pero ese fantasma volvió a tocar la puerta en cada uno de sus entrenamientos, y tuvo que desistir de participar como élite en la prueba del pasado 27 de julio. Pero si estuvo en los 21 kilómetros de la prueba capitalina: “La experiencia en la media maratón de Bogotá fue especial. Aunque tenía dolor y aún no conocía el dictamen médico, decidí participar de manera no competitiva, con el propósito de acompañar a los aficionados y disfrutar del ambiente del evento desde otra perspectiva. Fue diferente a lo habitual, pero también valioso, porque me permitió vivir la carrera con más calma y conexión con la gente” indica la maratonista del Equipo Porvenir.
Ahora bien, en la actualidad Orjuela no está autorizada para correr y según indica: “el proceso de recuperación avanza bien, aunque requiere paciencia. Tras la imagen diagnóstica, en la que se evidenció una fractura por estrés junto con tendinitis, bursitis y edema bilateral en la zona isquiática, lo primero fue detener mi actividad física y enfocarme en la rehabilitación. Actualmente llevo mes y medio en terapias y fortalecimiento. Aún no tengo el alta, porque es fundamental esperar a que el hueso consolide completamente, pero estoy siguiendo todas las indicaciones médicas y avanzando de manera progresiva”.En cuanto al duro reto de enfrentar una situación deportiva de esta altura a sus 36 años, la corredora de la liga de Bogotá afirma que: “ha sido un proceso retador, porque nunca había pasado por una lesión ni por una pausa tan larga en mi carrera. Siempre he estado en movimiento y al inicio fue difícil aceptar que debía detenerme. Sin embargo, lo he afrontado trabajando tanto la parte mental como la física, entendiendo que escuchar a mi cuerpo y darle el tiempo de recuperación necesario también hace parte del camino como deportista.Con relación a su retorno a la alta competencia, Angie asegura que la clave es no apresurarse: “El tiempo exacto depende de cómo evolucione la consolidación ósea y de la respuesta al tratamiento. Por ahora llevo mes y medio en terapias y fortalecimiento, y el enfoque sigue siendo una recuperación completa y segura. No quiero apresurarme; la idea es regresar cuando el cuerpo esté totalmente listo. Confío en que, siguiendo las indicaciones médicas, podré volver progresivamente en los próximos meses”.Aprovechando este dialogo con la atleta bogotana del Equipo Porvenir, le consultamos por la reciente proeza de la atleta uruguaya Julia Paternain, quien le entregó no solo la primera medalla en un mundial de atletismo a su país, sino la primera medalla para Suramérica en un maratón femenino. “Creo que ha sido un avance muy significativo. La medalla de Julia Paternain, una atleta uruguaya relativamente nueva en la prueba fue algo increíble y realmente nos llenó de emoción a todos los atletas sudamericanos. Es un logro que inspira y que muestra el crecimiento de la región en el maratón femenino. Sin embargo, también es importante destacar que gran parte de su formación se ha dado en Londres y en Estados Unidos, lo cual refleja que todavía tenemos el reto de fortalecer los procesos de alto rendimiento en Sudamérica para que más atletas puedan desarrollarse plenamente”.