Aseguró que hay que apoyar la postura de los presidentes de Brasil, México, Cuba y Venezuela y dijo que no puede creer que “algunos presidentes llamados socialistas en Europa estén como están”.
Morales consideró que las denuncias que lo relacionaban con las actividades ilícitas por las que se procesa a Maximiliano Dávila eran parte de una política estadounidense que buscaba afectar a los sindicatos cocaleros del Chapare que él lidera.