La Fundación Ellen MacArthur presentar el informe “Transcending the Limits of EPR Policy for Textiles”, que muestra cómo las políticas de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) son necesarias para hacer frente a la contaminación de los materiales textiles actualmente, es decir, la ropa, el calzado y la ropa de cama. En la actualidad, más del 80% de estos materiales, cuando se desechan, acaban incinerados, en vertederos o en el medio ambiente, independientemente de que sigan siendo utilizables o no. Esto indica la necesidad de poner en marcha acciones urgentes para cambiar el actual sistema de producción textil para que deje de ser contaminante y derrochador.
Los residuos de la producción textil se han convertido en un problema de contaminación en todo el mundo y son consecuencia directa de nuestro sistema económico lineal, que genera valor económico a partir de la producción, el consumo y la eliminación de productos. La ropa y el calzado, en su mayor parte, no están diseñados para durar o para ser reciclados y devueltos al mercado como nuevos productos una vez finalizado su ciclo de vida. Y lo que es peor, la infraestructura de recogida y reciclaje de residuos textiles está aún poco desarrollada, con tasas de recogida y clasificación que rondan el 14% de media y alcanzan un máximo del 50%.
Para resolver este escenario, son necesarias tanto acciones voluntarias por parte de las empresas para rediseñar sus productos y modelos de negocio de forma que no generen residuos textiles, como políticas públicas que aceleren la expansión y puesta en marcha de infraestructuras de recogida y clasificación de los textiles desechados. En este contexto, la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), ha demostrado ser un enfoque eficaz de política medioambiental para desarrollar las condiciones necesarias para que los productos permanezcan más tiempo en la economía y no se conviertan en contaminación ambiental.
Con la REP, la responsabilidad de un productor sobre un producto se amplía a la fase postconsumo de su ciclo de vida. Esto significa que las empresas que ponen productos en el mercado -incluidos los importadores- son responsables de gestionarlos después de que hayan sido desechados por los consumidores. Esta responsabilidad puede ser financiera, organizativa o de ambos tipos. Y las empresas pueden cumplir esta responsabilidad individualmente, implantando sus propios sistemas de recogida, clasificación, reutilización y reciclaje, o colectivamente, uniendo fuerzas para establecer un sistema compartido. En un sistema colectivo de REP, las empresas obligadas delegan su responsabilidad (total o parcialmente) en una entidad tercera y, mediante el pago de tasas, financian a esta organización para que cubra los gastos necesarios y alcance los resultados exigidos por la política de REP.
Según Pedro Prata, responsable de políticas para América Latina de la Fundación Ellen MacArthur, las políticas de REP son una forma de crear las condiciones para estimular un cambio necesario en el actual mercado de producción textil. “Estamos viviendo una crisis en la producción textil, como la ropa y el calzado, prácticamente sin preocupación por sus impactos ambientales y sociales. Al mismo tiempo, se tiende a considerar al consumidor como único responsable de las consecuencias del actual sistema de producción lineal. Este informe demuestra que, para atajar el problema de la contaminación textil, necesitamos implicar a todo el sector productivo, incluidas las importaciones, para redefinir la forma en que producimos y cómo nos responsabilizamos de esa producción. Si un determinado producto es más perjudicial para el medio ambiente, tiene que contribuir más al sistema de responsabilidad ampliada del productor”.
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Los sistemas de REP han demostrado ser un mecanismo eficaz para financiar el desarrollo de la infraestructura necesaria para que un producto siga circulando en la economía. Además, al crear políticas de REP para el sector textil, los responsables políticos pueden incluir aspectos que vayan más allá de la gestión de residuos y resolver el problema de la contaminación mediante la eliminación en origen. Esto significa, por ejemplo, fomentar el diseño de productos circulares y ampliar la utilización de los productos textiles.
Si desea conocer más detalles puede consultar el link del informe
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