La economía circular se basa en la premisa de eliminar los residuos y maximizar el uso de los recursos, manteniendo productos, componentes y materiales en uso durante el mayor tiempo posible. Según el informe Global Circularity Gap 2024 [1], si bien el consumo de materiales siguió aumentando, la proporción de materiales secundarios utilizados en todo el mundo disminuyó significativamente del 9,1% en 2018 al 7,2% en 2023.
El estudio indica que la circularidad por sí sola podría mitigar casi el 75% y el 60% de las emisiones de CO2 de los sectores del entorno construido y del transporte, respectivamente, para 2050. Es por ello que las empresas deben aprovechar el potencial de la circularidad, ya que tiene la clave para transformar los negocios en catalizadores de eficiencia, resiliencia y propuestas de valor sostenibles.
En ese sentido, Schneider Electric marca su objetivo de liderar la implementación de prácticas de economía circular en el mundo, una estrategia fundamental para reducir el impacto ambiental y fomentar un futuro sostenible. Su compromiso con la circularidad comenzó hace más de dos décadas y continúa hasta la actualidad.
Este enfoque exige una transformación en todos los aspectos del consumo y la producción. Este proceso se divide en cuatro fases: diseño e innovación, usar mejor, usar por más tiempo y usar nuevamente, y demanda un cambio de mentalidad coordinado.
- Diseño e innovación: Aplicando principios de EcoDesign, la empresa se enfoca en desarrollar productos que sean confiables y tengan una vida útil extendida, además de innovar en modelos de negocio que promuevan el uso eficiente de recursos.
- Uso eficiente: optimizar el uso de materiales y fabricar productos de manera eficiente, minimizando los residuos de manufactura y utilizando materiales reciclados.
- Extensión de vida útil: Ofreciendo servicios de reparación y mantenimiento digitalmente habilitados, así como modernización de equipos y suministro de piezas de repuesto para prolongar la vida útil de sus productos.
- Reutilización: Implementando programas de retorno, reacondicionamiento y reventa de productos al final de su ciclo de uso, promoviendo así la recirculación de materiales en la economía.
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La circularidad no solo es crucial para alcanzar la meta de cero emisiones netas, sino también para contribuir a que las industrias y comunidades sean más conscientes con el entorno y el medio ambiente. La reducción de la necesidad de extracción de materias primas vírgenes disminuye los impactos ecológicos negativos, permitiendo una mayor regeneración de la naturaleza y la preservación de la biodiversidad.
En el marco por conmemorarse el Día Mundial del Medioambiente, Schneider Electric mantiene su compromiso de llevar el concepto de economía circular de la teoría al núcleo de su negocio. Por ello, hace una invitación a gobiernos, comunidades, ONGs, empresas y ciudadanos a unirse en el esfuerzo por implementar prácticas sostenibles y adoptar la economía circular para lograr un impacto positivo en el ambiente.
[1] https://www.circle-economy.com/news/global-circularity-rate-is-falling-steadily-every-year–study-pinpoints-key-reforms-to-revert-this-trend
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