Los ministros de Exteriores del Grupo de los Siete (G7) condenaron a Bielorrusia por promover la crisis migratoria a lo largo de las fronteras con los países de la Unión Europea (UE).
El comunicado conjunto fue publicado en la página web del Ministerio de Exteriores del Reino Unido, que ocupa actualmente la presidencia del grupo.
“Nosotros, los ministros de Exteriores del G7 –Alemania, Canadá, Francia, Estados Unidos, Italia, el Reino Unido, Japón– y el Alto Representante de la Unión Europea, condenamos la orquestación por el régimen de Bielorrusia de la migración irregular a través de sus fronteras”, señala el comunicado.
El Grupo de los Siete, según el texto, expresó la solidaridad con Letonia, Lituania y Polonia, que se han convertido en el blanco del “uso provocativo de la migración irregular como táctica híbrida”.
“Llamamos al régimen (bielorruso) a cesar de inmediato su campaña agresiva y explotadora para evitar más muertes y sufrimientos”, agrega la nota.
Los países del G7, además, pidieron proporcionar a las organizaciones internacionales acceso inmediato a los migrantes para brindarles toda la ayuda humanitaria necesaria.
Según el comunicado, las acciones de las autoridades bielorrusas representan un intento de “desviar la atención de su constante desprecio por el derecho internacional, las libertades fundamentales y los derechos humanos, incluidos los de su propio pueblo”.
Al mismo tiempo, el Grupo de los Siete saludó las acciones de la Unión Europea dirigidas a poner fin “al régimen del (presidente bielorruso, Alexandr) Lukashenko” y mostró su intención de seguir trabajando con el bloque comunitario para hacer que los responsables rindan cuentas y para apoyar a la sociedad civil y los derechos humanos en Bielorrusia.
La situación en la frontera bielorruso-polaca, donde miles de migrantes –en su mayoría, procedentes de Irak y otros países de Oriente Medio– se reunieron con la esperanza de entrar en la Unión Europea, se agravó la semana pasada.
Las autoridades polacas aumentaron la seguridad fronteriza, reforzándola con el Ejército y frustrando los intentos de los migrantes irregulares de entrar en el país, y acusaron a Minsk de provocar una crisis migratoria con fines políticos.
Bielorrusia, a su vez, refutó estas acusaciones, alegando que Polonia está expulsando por la fuerza a los migrantes.
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Con información de Sputnik.