El duelo es un proceso en el cual los seres humanos se deben enfrentar a momentos en los cuales perciben alguna pérdida significativa, ya sea de algún objeto de alto valor emocional o seres queridos. Asimismo, cuando se generan cambios inesperados que implican la adaptación y el reconocimiento de situaciones emergentes que hacen parte de la vivencia personal.
Según explicó Elizabeth López, directora del programa de Psicología de Areandina Bogotá, existen diferentes tipos de duelo, algunos se generan ante situaciones que ya se vienen manejando desde hace mucho tiempo, por ejemplo, la pérdida de un ser querido, la de una mascota, la pérdida inesperada de un trabajo que era altamente significativo, entre otros. Es importante reconocer que el duelo es un proceso y como proceso genera una serie de fases por las cuales se debe pasar.
Para López, en este tipo de situaciones lo primero que se genera es la negación o la no aceptación de la pérdida, acompañada de una sensación de culpa, ya sea hacia sí mismo o la necesidad de buscar a los “responsables”. Luego llegan sentimientos de tristeza, añoranza, desajuste emocional, llanto, rabia, sensación de desesperanza y de vacío.
“Todas estas, son condiciones que experimentamos los seres humanos en las diferentes fases de duelo hasta llegar a un fase aceptación de la situación, en la cual la persona asimila lo que ha sucedido, logra el equilibrio emocional y dirige la acción para en el cumplimiento de sus metas personales y consecución de logros asociados a su plan de vida”, indicó.
Y agregó: “En estas fechas especiales del año, el proceso de duelo se vuelve un poco más tensionante y se vive de manera diferente según el tiempo que ha pasado desde la pérdida, ya que el nivel de estrés que experimenta una persona es diferente en relación a si es reciente y cercana a las fechas especiales o si ya han pasado varios años de la misma. Ante esto el afrontamiento de cada persona es diferente y se vuelve crucial para la adaptación”.
Un proceso lento pero seguro
Para la docente, en fechas especiales como la Navidad o el Año Nuevo, funciona muy bien centrarse en elementos como la gratitud, la armonía y la felicidad. Desde el afrontamiento positivo se invita a la persona a pensar en cuál es la mejor manera de enfrentar la situación y poder seguir avanzando aún en ausencia de su ser querido.
“Las fechas navideñas son altamente significativas e implican el cierre de ciclos, el agradecimiento por los logros y la proyección para un nuevo año lleno de esperanza. Invitan a la alegría, la reconciliación, la añoranza de un futuro mejor, al compromiso de la situación desde la aceptación y el reconocimiento de que como en todo proceso las cosas pasan, y terminada la crisis llega la calma y la apertura para seguir avantes llenos de seguridad y confianza en nosotros mismos”, manifestó.
La directiva aseguró que otro elemento importante del afrontamiento positivo para los procesos de duelo, está relacionado con los temas de aceptación de la situación y para esto ayuda mucho la expresión emocional. Es decir, para que la persona pueda hacer bien su proceso, debe expresar de una manera abierta espontánea cómo se siente, cómo lo interpreta y cómo está viviendo la pérdida; es importante narrar los momentos de felicidad, las cosas curiosas, las experiencias únicas, aprendizajes y demás enseñanzas que tuvimos al compartir con el ser querido que ya no está.
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Estrategias de la psicología positiva
Finalmente es importante reconocer que el duelo durante la época navideña puede ser especialmente difícil y algunas estrategias de la psicología positiva para afrontarlo incluyen:
· Aceptación: reconocer las propias emociones sin criticarse ni juzgar
· Expresión: mostrar los sentimientos y compartir las emociones con seres queridos y personas de confianza.
· Reconocimiento: honrar a la persona fallecida por medio de actividades, eventos, reuniones familiares o espacios que permitan la unión y el recuerdo.
· Seguir adelante: mantener el ritmo de vida normal asociado a las actividades naturales que desarrollamos en las épocas navideñas a pesar de estar pasando por este difícil momento
· Gratitud: hacer una lista de aspectos positivos por los cuales debemos dar gracias y de los cuales nos sentimos orgullosos a pesar de la pérdida y el dolor.
· Protegerse: limitar actividades que sobrepasen la capacidad de afrontamiento y que no permitan una sana vivencia del duelo.
· Ampliar red de apoyo: buscar ayuda si consideramos no poder asumir la pérdida solos, ya sea ayuda emocional de familiares o amigos o ayuda profesional.
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