En desarrollo de la Estrategia Esmeralda, las autoridades mediante diligencia de allanamiento llegaron hasta el piso siete de un lujoso conjunto residencial en el barrio Castilla al sur de la capital en donde encontraron una infraestructura para la producción y comercialización de alucinógenos.
Denuncias realizadas a la Línea 167 por la misma comunidad residente daban aviso de: “Movimientos extraños y continuos de algunas personas que con frecuencia visitan el inmueble, se les ve en los ascensores y en las áreas comunes, el miedo se apoderó de algunos propietarios que conviven con estas personas, el consumo de alucinógenos aumentó y la preocupación también”, son apartes de la información que fue recopilada y analizada por la Policía Antinarcóticos para desmantelar este punto de distribución.
Una pista importante fue entregada a la Fiscalía para que autorizara el allanamiento, se trataba de una tarjeta de presentación con el logo 420 ZONE, en esta se encontraban las direcciones de las principales redes sociales impresas para conducir a los compradores hasta el sitio, el ingreso a estos grupos privados no es fácil, hay que superar unos códigos usados por los compradores para ser aceptados, estas redes tienen más de 4 mil seguidores y otras cuentas asociadas.
Ya ubicado el inmueble se procedió a realizar un allanamiento, inicialmente los uniformados “tocaron” la puerta haciendo un llamado a los moradores para que abrieran, ante la negativa los comando Jungla irrumpieron usando equipos de asalto, adentro encontraron a una persona que trataba de deshacerse de algunas sustancias arrojándolas por la cisterna.
En una de las habitaciones se encontró una estructura metálica que sostenía unas lámparas eléctricas y unos tubos elásticos en aluminio que servían como chimeneas para disipar y expulsar los olores que se desprenden de los procesos químicos cuando se secan las sustancias usadas en la preparación de narcóticos.
En la sala se encontró unos recipientes en vidrio y tubos de ensayo con una sustancia en polvo de color rosado, también unas calcomanías que eran pegadas a cada bolsa plástica en la que se empacaba la sustancia que se comercializaba.
Por la cantidad de elementos hallados fue necesario trasladar el nuevo laboratorio que inauguró la Policía en los últimos días, dos expertos ingenieros químicos y un equipo Raman se puso a prueba para caracterizar la sustancia hallada, el resultado fue inmediato, 467 gramos de anfetaminas distribuidos en diferentes envases, en otra habitación se encontró dos mil gramos de marihuana.
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Además de las sustancias halladas se encontró una prensa y material publicitario, el residente del inmueble fue capturado y dejado a disposición de las autoridades.
“Sabemos que la dinámica de estas organizaciones para comercializar narcóticos es la utilización de las redes sociales, así se exponen menos ante los controles de las autoridades, al mismo tiempo rentan apartamentos en sectores exclusivos para pasar desapercibidos”, aseguró el coronel Julio Ernesto Triana Vergel jefe de Interdicción de la Policía Antinarcóticos.
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