El Efecto Ringo lo hizo otra vez. Kando, Prisa, Creamy, Pedro y otros perros que vivían en las calles de Colombia hoy están recuperados, sanos y con una nueva oportunidad de vida, demostrando, una vez más, que el amor, la alimentación adecuada y los cuidados transforman vidas.
Este resultado es el nuevo capítulo del Efecto Ringo, el movimiento liderado por Ringo, la marca de alimento para mascotas de Grupo BIOS, que tiene como propósito que más perros del país estén mejor alimentados y cuidados.
Un movimiento que suma marcas para cambiar realidades
En 2025, varias marcas del país se unieron al propósito y movimiento liderado por Ringo, para unir sus voces y juntos sensibilizar y promover la tenencia responsable.
Cada perro recibió alimentación Ringo, atención veterinaria y un acompañamiento constante por parte de equipos comprometidos con devolverles lo que antes les fue negado: bienestar, salud y afecto. Hoy, Kando, Prisa, Creamy, Pedro y sus compañeros están listos para encontrar un hogar, convertidos en embajadores de lo que un movimiento colectivo puede lograr.
Reconocimiento a los medios: voces que amplifican la causa
Este año, además, Ringo quiso destacar el papel crucial de quienes ayudan a que estas historias lleguen más lejos. Por eso, el movimiento reconoció a periodistas, medios de comunicación y líderes de opinión que, a través de sus artículos, cubrimientos y contenidos, han sensibilizado al país sobre la situación de los perros en condición de vulnerabilidad y la importancia de la tenencia responsable.
Como agradecimiento simbólico, Ringo entregó pines y trofeos “Amigos de la Causa”, una forma de honrar el trabajo periodístico que se convierte en puente entre las marcas, la ciudadanía y las causas que importan.
Comunicación con propósito: unir voces para transformar
Según cifras del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), solo en Bogotá hay cerca de 66.000 perros en situación de calle, un indicador que refleja la magnitud del reto. Frente a este panorama, el Efecto Ringo ha entendido que la comunicación es un vehículo esencial para generar conciencia y movilizar voluntades.
“El Efecto Ringo lo demuestra: cuando se unen el amor, la nutrición y el cuidado, la transformación es posible. Estos perros son la inspiración para que más personas se unan al movimiento y juntos cambiemos más vidas”, señala Mariana Castro, gerente de Mercadeo y Ventas Mascotas de Grupo BIOS.
Castro enfatiza que el movimiento es un compromiso permanente que busca sensibilizar, cambiar hábitos y construir responsabilidad. “Hoy los perros están recuperados y, junto a nuestras marcas aliadas, buscan un hogar. Queremos que más personas se unan a esta causa, porque este es un problema de conciencia social”, añade.
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Una historia viva de segundas oportunidades
El Efecto Ringo se consolida así como un movimiento emocional, colectivo y transformador. Los perros rescatados corren hoy libres, sanos y rodeados de afecto. Sus historias, amplificadas por marcas, ciudadanos y medios, muestran que el marketing puede tener alma y que las causas sociales se fortalecen cuando se construyen desde la empatía y la comunidad.
El Efecto Ringo lo hizo otra vez. Y lo seguirá haciendo mientras existan personas y organizaciones comprometidas con que cada perro tenga un nombre, una oportunidad y un hogar.
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