La menopausia no solo se vive en el cuerpo de las mujeres, también se experimenta en la forma en que reaccionan quienes las rodean. Según un estudio de la Pontificia Universidad Javeriana en el Eje Cafetero, realizado con 594 mujeres, el 71,88% reportó síntomas asociados a la menopausia, siendo los sofocos, el insomnio y la irritabilidad los más frecuentes. En el Caribe colombiano, otra investigación liderada por la Universidad de Cartagena mostró que cerca del 35% de las mujeres en climaterio presentaba trastornos de sueño, con una prevalencia aún mayor en quienes sufrían oleadas de calor.
A estos datos se suma un estudio multicéntrico nacional que estimó la edad promedio de la menopausia en 52,2 años, cifra que coincide con los registros internacionales y que refleja el momento en que la mayoría de las mujeres colombianas enfrenta este proceso natural.
Más allá de lo físico, el impacto de la menopausia depende en gran medida de cómo reaccionan los entornos cercanos. Comentarios que minimizan lo que ocurre, bromas sobre la edad o silencios que aíslan generan tanta carga emocional como los propios síntomas. Por eso, abrir la conversación en casa y en el trabajo es una de las mejores formas de acompañar.
“Cuando una mujer atraviesa la menopausia, su entorno inmediato tiene un papel fundamental. No se trata solo de los síntomas físicos, sino de cómo la pareja, los hijos y los compañeros de trabajo responden a ellos. Un comentario empático, un ajuste en la rutina o simplemente escuchar sin juzgar hacen una diferencia enorme. En Essity queremos promover conversaciones abiertas, libres de estigmas, que permitan vivir esta etapa con mayor confianza”, afirmó Julián Mora, Director de Intimate Hygiene Essity.
Entre las recomendaciones que recoge Essity para acompañar a una mujer en climaterio, se destacan:
- Escuchar sin minimizar. No hay nada más frustrante para una mujer que sentir que su entorno no toma en serio lo que le pasa. Comentarios como “eso es normal” o “ya se te pasará” solo aumentan la sensación de soledad. Escuchar con atención, validar lo que siente y mostrar disposición para ayudar son gestos sencillos que generan un gran impacto en su bienestar emocional.
- Compartir la información en familia. La menopausia también es un tema educativo. Explicarle a los hijos adolescentes por qué la madre puede tener cambios de ánimo o noches de mal descanso ayuda a normalizar el proceso. Esa comprensión favorece la convivencia en casa y motiva a los hijos a asumir pequeñas responsabilidades, como colaborar más en las tareas del hogar o respetar los espacios de descanso.
- Cuidar el lenguaje en el trabajo. El ámbito laboral suele estar cargado de prejuicios hacia la menopausia. Bromas sobre la edad o insinuaciones sobre pérdida de capacidades refuerzan estigmas y dañan la autoestima. Por el contrario, ofrecer comprensión y flexibilizar tareas tras noches de insomnio, o garantizar espacios ventilados para manejar los sofocos, son acciones simples que construyen un entorno laboral más inclusivo.
- Promover la empatía en pareja. La menopausia puede traer cambios en la intimidad y en el deseo sexual, lo que suele generar tensiones si no se habla con claridad. Conversar de manera abierta, entender que se trata de un proceso normal y buscar soluciones conjuntas —desde tratamientos médicos hasta ajustes en la intimidad— fortalece la relación y evita que esta etapa se convierta en motivo de distanciamiento.
- Romper el silencio. El tabú es uno de los mayores obstáculos para vivir la menopausia con tranquilidad. Hablar de ella en casa con naturalidad, incluirla en la educación escolar y visibilizarla en los medios de comunicación son pasos necesarios para derribar prejuicios. Tratarla como una etapa más de la vida, al igual que la adolescencia o el embarazo, es la forma de preparar a las futuras generaciones para vivirla sin miedo ni vergüenza.
La menopausia se vive en el cuerpo, pero también en la forma en que la familia, los amigos y el trabajo responden a ella. Abrir la conversación y acompañar con empatía puede marcar la diferencia entre una experiencia solitaria y una etapa de vida vivida con confianza.
“Hablar de esto en voz alta es un acto de respeto y de cuidado. Cada conversación abierta en el hogar, en la oficina o en la sociedad es un paso hacia entornos más empáticos. El silencio y los estigmas han acompañado a esta etapa durante demasiado tiempo, y es momento de transformarlos en comprensión y apoyo real”, aseguró Julián Mora
Le puede interesar: Boehringer Ingelheim Colombia y DiDi se unen para generar conciencia sobre el ataque cerebrovascular en el país
Essity reafirma su propósito de Romper Barreras por el Bienestar, impulsando a la sociedad a hablar sin miedo y a acompañar con comprensión a las millones de mujeres que hoy viven esta etapa en Colombia.
Lea también: ¿Qué es la Acondroplasia y cuáles son los desafíos y las acciones a seguir?

