El Consejo de Empresas Americanas (CEA Colombia) celebró el miércoles 15 de octubre la quinta edición de la Security Week CEA, un espacio que resaltó cómo la seguridad corporativa se ha convertido en un factor decisivo para la competitividad empresarial y la estabilidad económica en Colombia.
La jornada reunió a directivos de seguridad de compañías multinacionales con capital estadounidense, expertos del sector y líderes empresariales. El momento central fue el panel con cinco precandidatos a la Presidencia de la República, quienes compartieron sus visiones sobre los principales desafíos y oportunidades que enfrenta el país en materia de seguridad, atracción de inversión extranjera y relaciones bilaterales.
Desde 1985, el CEA ha sido el representante en Colombia del Overseas Security Advisory Council (OSAC) del Departamento de Estado de los Estados Unidos, lo que lo convierte en un escenario natural para dialogar sobre la protección del talento humano, la información, la infraestructura tecnológica y la continuidad de las operaciones. Actualmente, el gremio reúne a más de 115 multinacionales que aportan más del 7,3 % del PIB nacional y generan más de 115.000 empleos directos en el país.
Durante el panel, los precandidatos abordaron temas como la seguridad física en las principales ciudades y corredores estratégicos, la ciberseguridad y la protección de la infraestructura crítica, el impacto de las economías ilegales y la relación bilateral con Estados Unidos y Venezuela como factores clave para la estabilidad y el desarrollo.
Los participantes coincidieron en que la seguridad y la confianza son pilares esenciales para atraer inversión y fortalecer la competitividad, aunque cada uno ofreció un enfoque particular:
Mauricio Lizcano destacó la importancia de mantener una relación pragmática y estable con Estados Unidos como socio estratégico para el desarrollo económico.
“Estados Unidos seguirá siendo el principal socio comercial de Colombia y debemos mantener una relación bilateral sólida, basada en resultados y no en ideologías. La atracción de inversión extranjera depende de la estabilidad jurídica, la reducción de trámites y una política fiscal competitiva. También debemos fortalecer la seguridad en las regiones productivas y en los corredores estratégicos, porque sin seguridad no hay inversión ni desarrollo.”
Paloma Valencia planteó que la seguridad debe ser el eje central para garantizar el crecimiento económico y atraer capital extranjero.
“Colombia debe reconstruir su relación con Estados Unidos como socio político, económico y en seguridad. Necesitamos un nuevo Plan Colombia 2.0 que nos ayude a derrotar el narcotráfico, fortalecer la fuerza pública y proteger a los ciudadanos. La inversión llega cuando hay orden, legalidad y confianza, por eso impulsaremos seguridad jurídica, simplificación de trámites y estabilidad para las empresas que generan empleo en el país.”
Juan Manuel Galán subrayó la necesidad de una política de seguridad integral que combine la autoridad del Estado con la inversión social y la cooperación internacional.
“La seguridad no puede limitarse al control del orden público; debe ser también una política social y de oportunidades. La cooperación con Estados Unidos debe orientarse a fortalecer la justicia, la educación y la inteligencia, no solo el componente militar. Además, necesitamos una relación diplomática seria y estable con Venezuela, que nos permita controlar la frontera, combatir el contrabando y proteger los derechos de los migrantes.”
Juan Daniel Oviedo enfatizó la importancia de vincular la seguridad con la confianza inversionista y la estabilidad energética del país.
“Garantizar seguridad física, jurídica y energética es esencial para recuperar la confianza inversionista. Colombia debe fortalecer la cooperación con Estados Unidos en temas de inteligencia, ciberseguridad y lucha contra el crimen organizado, sin descuidar la relación diplomática con Venezuela para asegurar la estabilidad fronteriza. Solo con presencia estatal y control territorial podremos cerrar las brechas que hoy alimentan la inseguridad y la informalidad.”
Vicky Dávila resaltó la urgencia de recuperar el orden y enfrentar la corrupción como condición indispensable para atraer inversión y proteger la democracia.
“Colombia debe volver a ser un país confiable y aliado estratégico de Estados Unidos e Israel, con cooperación en inteligencia y seguridad. Necesitamos reconstruir la fuerza pública, modernizar la tecnología para combatir el narcotráfico y reducir los recursos de los ilegales. La inversión solo llega si hay estabilidad y transparencia; por eso debemos enfrentar la corrupción con la misma firmeza con la que enfrentamos la inseguridad, para que el dinero público llegue donde debe llegar: a la gente y al desarrollo.”
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El encuentro dejó en evidencia la necesidad de integrar esfuerzos públicos y privados para enfrentar los desafíos de seguridad que impactan al sector empresarial y al país en general. Estados Unidos se mantiene como el principal socio estratégico de Colombia, y un nuevo gobierno tendrá la responsabilidad de fortalecer este lazo para garantizar confianza, inversión y desarrollo sostenible.
“La relación entre Colombia y Estados Unidos debe continuar siendo un pilar de estabilidad y confianza. Es fundamental que, con la llegada de un nuevo gobierno, se consolide un entorno seguro que impulse la inversión, genere empleo y promueva el bienestar de las comunidades”, concluyó Ricardo Triana, director ejecutivo del Consejo de Empresas Americanas (CEA Colombia).
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