En contraste con otros sectores en Colombia, las ventas por catálogo se destacan por su significativa inclusión de género, constituyéndose en un modelo de negocio que impulsa el empoderamiento femenino en el ámbito laboral. Según la Asociación Colombiana de Ventas Directas (Acovedi), el sector alcanzó ventas por $6.9 billones en el último año, subrayando la consolidación de este modelo en el país. Aproximadamente 2.5 millones de colombianos trabajan independientemente en esta modalidad, con el 84% de este grupo siendo mujeres, muchas de las cuales son amas de casa que encuentran en esta alternativa una vía para participar más activamente en la economía del hogar.
Un ejemplo destacado de esta tendencia es Azzorti, una multinacional colombiana con más de 29 años de trayectoria, que ha enfocado sus esfuerzos en ofrecer a las mujeres la oportunidad de obtener ingresos dignos, fortaleciéndolas con equipos de trabajo que las acompañan en su crecimiento personal y de sus familias, promoviendo así una mayor equidad económica y teniendo un impacto notable en las comunidades rurales.
“Entendemos que el empoderamiento financiero de las mujeres no debe estar restringido a las principales ciudades. Por ello, llegamos a 1,098 municipios a nivel nacional, abarcando el 99% del territorio colombiano, incluidas las áreas más remotas del país. Contamos con asesoras ubicadas principalmente en estratos socioeconómicos 1, 2 y 3, en 8 regionales y 145 zonas de venta, con una participación en el mercado cercana al 3% en Colombia. Ofrecemos catálogos multicategoría que permiten a las mujeres fortalecerse económica y personalmente”, afirma Liliana Echeverri Franco, subgerente de Mercadeo de Azzorti.
Con su red empresarial facilitan el acceso a una variedad de productos en áreas de difícil acceso, superando las barreras geográficas y de infraestructura, mejorando así la calidad de vida de los habitantes y llevando directamente los pedidos a estas regiones. La empresa contribuye a la inclusión económica y social de personas en zonas alejadas, brindando oportunidades de empleo y desarrollo económico. Según datos del último año, las ventas anuales en zonas rurales se estiman en $138 mil millones de pesos.
“Brindamos a las mujeres rurales la oportunidad de mejorar su calidad de vida y desafiar el encasillamiento como trabajadoras agrícolas y/o amas de casa . Ellas tienen el potencial de hacer mucho más, y nosotros les ofrecemos una plataforma para convertir sus sueños en realidad”, afirma María Lucía González, gerente Nacional de Ventas.
Así, las mujeres rurales se integran en una red empresarial que les permite emprender, Azzorti cuenta con 37.000 asesoras en zonas rurales, que ofrecen una amplia gama de categorías, desde ropa y accesorios hasta productos de cuidado personal. Este modelo de negocio promueve la inclusión y el desarrollo en comunidades que históricamente han estado al margen de muchas empresas.
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Azzorti tiene una extensa presencia en la región costera, especialmente en Valledupar, La Guajira, Cartagena, Santa Marta, así como en las zonas limítrofes de Santander y Cúcuta. La comercialización por catálogo se ha consolidado como un motor clave para la economía en áreas periféricas, integrando estas comunidades en la dinámica comercial y mejorando su calidad de vida a través de un mercado más amplio y diversificado.
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