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Riesgos y desafíos de los migrantes venezolanos que ejercen el sexo por supervivencia en el país

Según estudio de AID FOR AIDS Colombia, la situación legal irregular, falta de acceso a los servicios de salud y dependencia de la actividad sexual para satisfacer sus necesidades básicas, están entre los principales hallazgos. Llama la atención que el 91.4% de los encuestados tenga la intención de permanecer en Colombia.

Caracterizar la situación sociodemográfica, socioeconómica, de salud, migratoria, emocional y psicosocial, entre otros aspectos, de 600 personas mayores de edad refugiadas venezolanas que ejercen actividades sexuales por supervivencia en Colombia, es el objetivo del estudio “Sexo por supervivencia en población migrante y refugiada venezolana” llevado a cabo por AID FOR AIDS Colombia y el programa Conectando Caminos por los Derechos, de USAID entre el 2021 y el 2022.

El estudio reúne los resultados de tres enfoques de investigación: etnográfico, cuantitativo y cualitativo. El documento comienza con un marco experiencial etnográfico y teórico sobre este fenómeno. Luego, se aborda desde una perspectiva estadística, la situación sociodemográfica, socioeconómica, de salud, migratoria, emocional y psicosocial de muestras de esta población. Finalmente, se profundiza a través de un relato cualitativo de las formas que operan las violencias orientadas hacia esta población en su proceso de migración.

Desde enero de 2021, se movilizó la red de base comunitaria de AFA para acceder a casas de tipo webcam, plazas, vías públicas y redes sociales, donde se realizaron recorridos, grupos focales e intervenciones directas con grupos de jóvenes entre 18 a 25 años ejerciendo el sexo por supervivencia en Barranquilla, Bogotá, Cali, Cúcuta, Maicao y Medellín.

Entre los hallazgos más preocupantes se encontró que el 92.6% no está afiliado a una EPS ni tiene acceso a algún servicio de salud. En su gran mayoría estas personas ingresaron a Colombia por trochas, es así como el 93.2% de las personas encuestadas no tiene su pasaporte sellado.

El sexo por supervivencia se ha convertido en su principal fuente de ingresos. La mayoría de ellos ejerce esta actividad en plazas públicas y a domicilio y el 90.7% recibe a cambio pagos en efectivo. Al disgregar las horas diarias dedicadas al sexo por supervivencia, se puede observar que quienes se encuentran en Medellín y Maicao son quienes más trabajan, en promedio 12 horas al día. Lo que es seguido por Barranquilla (10 horas al día en promedio), Cali (8h) y Cúcuta (7h).

Se encontró que sigue siendo preocupante la situación de invisibilización en la que se encuentran los refugiados y migrantes venezolanos que han ejercido el sexo por supervivencia, que no solo incluye a mujeres y niñas, sino también a hombres heterosexuales y homosexuales, y a personas trans. Es notable el incremento de establecimientos como locales webcam que se unen a sitios como plazas, parques, calles y vías públicas, donde se practica el sexo por supervivencia sin ningún acceso a medidas preventivas del VIH y otras ITS.

Por otro lado, revela el estudio, es alarmante el riesgo que corren estas personas al estar expuestos a esquemas de trata de personas y de explotación sexual, ya que, la mayoría ejerce estas actividades de forma voluntaria al no tener otra opción de vida, con el único fin de subsistir, pero muchos, al entrar en la dinámica del comercio sexual, se ven envueltos en esquemas de dominación que las obliga a seguir órdenes de mafias y grupos delictivos organizados, obligándoles a ejercer acciones en contra de su voluntad y en riesgo claro de su integridad física y mental.

Cuando las personas encuestadas fueron preguntadas sobre dejar la actividad sexual si tuvieran la oportunidad, una mayoría (63,2%) declara que la dejaría definitivamente, 17,2% declara que ha intentado dejarla pero que ha vuelto, 13,4% la deja – ría parcialmente y 6,3% declara que no la dejaría.

Llama la atención que, aun ejerciendo sexo por supervivencia, 91,4% de las personas encuestadas tengan la intención de permanecer en Colombia. Por otro lado, quienes tienen intención de migrar, entre los países preferidos 43,9% planea volver a Venezuela, 17,1% mudarse a Estados Unidos y 9,8% mudarse a Ecuador.

Los datos de este informe son una primera exploración a la complejidad de la situación de estas personas refugiadas que, ante la necesidad de migrar, se exponen a distintas modalidades de sexo por supervivencia, junto con los riesgos físicos, emocionales y sanitarios que esto conlleva. Esto queda claro, por ejemplo, al ver que las personas que no tienen otras opciones para generar ingresos declaran estar más expuestas al trabajo por supervivencia presencial, que aquellas que sí tiene otras opciones. No obstante, estas actividades les permiten alcanzar en promedio mejores niveles de satisfacción con sus vidas en comparación a un tiempo pasado, como también apoyar económicamente a sus seres queridos.

El estudio también encontró que el 4,4% de los encuestados tiene VIH, y el 91% de ellos no tiene acceso a tratamiento. También llama la atención que el 50,6% no usan preservativos porque “no les gusta usarlos”. Preocupa que quienes viven con VIH declararon sentir menos riesgo de adquirir ITS que las personas que no viven con VIH. Esto da paso a explorar las causas para este fenómeno: si es por estar más conscientes de los riesgos de ciertas prácticas lo que les da mayor capacidad para agenciarlos o, al contrario, si se debe a una pérdida de la noción del riesgo precisamente por ya haber adquirido el VIH.

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Estudios como este nos permite conocer a profundidad la situación y orientar políticas, programas y proyectos en favor de la población migrante y refugiada venezolana, así como despertar conciencia sobre las complejas barreras que enfrentan para su efectiva integración en sus comunidades de acogida. Ponemos este estudio a disposición de los gobiernos, las agencias de cooperación internacional, las organizaciones sociales, la prensa, la academia y los líderes comunitarios que quieran ahondar en un insumo robusto para brindar reflexiones acerca de las prácticas, usos, lenguajes y formas en las que abordamos desde la interseccionalidad la relación entre diversidad, vulnerabilidad, migración, VIH y salud sexual”, afirma Jaime Valencia, director de AID FOR AIDS Colombia.

Para ver el estudio completo ingresar a este link: https://drive.google.com/drive/u/4/folders/156aQ8texPZdbOyA6_0VbzCuB6ud4jXAC

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