La inflación anual en Colombia a septiembre de 2022 llegó a 11,44 por ciento, su nivel más alto desde marzo de 1999, es decir en los últimos 23 años, informó este miércoles el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
“En septiembre de 2022, la variación anual del Índice de Precios del Consumidor (IPC) fue 11,44 por ciento. El comportamiento anual del IPC total se explicó principalmente por la variación anual de las divisiones Alimentos y bebidas no alcohólicas y Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, detalló la directora del Dane, Piedad Urdinola.
Solo en septiembre, la inflación reportó una variación mensual de 0,93 por ciento por al alza de precios en alimentos y bebidas no alcohólicas, y alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles.
En el noveno mes del año, los mayores incrementos de precios de alimentos se registraron en la arracacha, ñame y otros tubérculos (9,28 por ciento), frutas frescas (6,08 por ciento) y cebolla (5,94 por ciento).
Frente al aumento consecutivo en los últimos meses en el costo de vida en Colombia, el Ministerio de Hacienda ha manifestado que espera que el índice comience a descender durante octubre y hasta diciembre.
Análisis económico Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria
El Dane acaba de publicar los más recientes resultados para la inflación del mes de septiembre, demostrándonos una variación mensual del 0.93 % y una anual del 11.44 %, de esta manera Colombia llega a la tasa de inflación más alta que se ha visto desde finales de 1999, y lo que nos muestra el dato es que nuevamente fueron los alimentos y los gastos relacionados con la vivienda los que más se incrementaron durante el mes de septiembre.
En términos de alimentos vimos incrementos asociados a frutas frescas, pero también a rubros de la canasta familiar como lo es el arroz, los huevos y nuevamente vemos presiones nuevas en términos de la carne de cerdo y de res, incluso el pescado y a esto también se está sumando el hecho de que varios elementos procesados nuevamente están exhibiendo nuevas presiones al alza, ese es el caso por ejemplo del pan.
En términos relacionados con la vivienda vemos que la mayor contribución la da la situación del incremento en los precios de la energía, particularmente por lo evidenciado en Santa Marta, pero también hemos visto que en otras ciudades como, por ejemplo, Bogotá, estas tarifas de cobros se siguen incrementando. En cuanto a los gastos de alojamiento también estamos viendo que los arrendamientos están creciendo más de lo que lo hacían en un septiembre normal previo a la pandemia.
Con todo lo expuesto, podemos seguir viendo que esas presiones al concentrarse en alimentos y también en alojamiento, están impactando sobre todo más a las personas de bajos ingresos y de ingresos vulnerables, así mismo, lo que podemos destacar es que si bien en el promedio nacional la inflación está sobre el 11.44 %, para las personas más vulnerables esa inflación supera el 13 %.
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Con esto entramos en la recta final del año en la que esperamos que la inflación se mantenga cerca del 11.5 % o 12 % y eso genera un piso para las negociaciones del salario mínimo. De cara a 2023 estamos esperando que las presiones inflacionarias se mantengan altas en la primera parte del año y que posteriormente en el segundo semestre empecemos a ver algo de moderaciones en estas tasas de inflación. Por el momento este resultado implica que el Banco de la República debe seguir subiendo sus tasas de interés, probablemente vamos a volver a ver algún movimiento en la reunión de octubre y esto se transmitiría hacia futuro a mayores costos en el endeudamiento de los hogares, pero talvez, eventualmente también a mayores remuneraciones de los depósitos de ahorro de los usuarios del sistema financiero.
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