La esperanza de vida promedio en el continente americano se redujo a niveles similares a los de 2004, a causa del COVID-19, señaló la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un informe divulgado este martes que aborda el impacto de la pandemia.
“La esperanza de vida en América Latina y el Caribe y en América del Norte se redujo de 75,1 años en el 2019 a 72,2 en el 2021 (2,9 años menos) y de 79,5 años en el 2019 a 77,7 en el 2021 (1,8 años menos) —respectivamente—, debido principalmente al impacto del covid-19, con la mayor pérdida de esperanza de vida en América Latina y el Caribe. La esperanza de vida del 2021 para América Latina y el Caribe y América del Norte es comparable a la del 2004”, afirmó la OPS en su informe “Salud en las Américas 2022”.
En 2004, la esperanza de vida en América del Norte era de 77,8 y para América Latina y el Caribe 72,3.
La organización señaló que la esperanza de vida se redujo en mayor medida en los hombres que en las mujeres tanto en América Latina y el Caribe como en América del Norte.
Asimismo, destacó que el continente ha sido uno de los que “ha sufrido mayores efectos a consecuencia” de la pandemia, con 37 y 45 por ciento de los casos y las muertes confirmados, respectivamente apear de que representa el 13 por ciento de la población mundial.
“Hasta el 31 de agosto del 2022, se registraron 175.771.144 de casos en la región. Por otro lado, América del Norte registró 55 por ciento de todos los casos en la Región de las Américas, pero 62 por ciento del total de las muertes ocurrió en América Latina y el Caribe”, agregó.
Además, estimó que en el continente americano hubo 3,23 millones de muertes, es decir, 430.000 muertes más que las notificadas.
“El exceso de mortalidad, 83,5 por ciento se concentraba en cinco países: Brasil, Colombia, Estados Unidos de América, México y Perú. Debido a su alta tasa de mortalidad, el covid-19 se convirtió en una de las principales causas de muerte en el 2020 y el 2021”, indicó.
Otros factores
La OPS sostuvo que la pandemia ha afectado negativamente en la salud mental de la población, con incrementos en los informes de casos de violencia doméstica y en llamadas de auxilio a los servicios de salud mental.
“Canadá y Estados Unidos han informado de que 38 por ciento de las personas adultas han presentado algún grado de angustia, y 16 por ciento, niveles elevados de ansiedad, lo que genera una carga adicional en la demanda de servicios de salud mental (…) La pandemia ocasionó hasta enero del 2021 un incremento en las prevalencias de depresión y ansiedad (…) Estas afecciones se vieron particularmente en personas jóvenes, mujeres y personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica, así como en personas con alteraciones mentales preexistentes”, indicó.
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Estos incrementos representan 53,2 millones de casos adicionales de depresión mayor y 76,2 millones casos adicionales de trastornos de ansiedad, lo que implica un incremento de 27,6 por ciento y 25,7 por ciento respectivamente, con relación a los niveles previos a la pandemia, informó la OPS.
Asimismo, las metas relativas a la tuberculosis, el VIH y la malaria han sufrido un revés importante, advirtió.
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Con información de Sputnik.