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El presidente Iván Duque declaró instalada la legislatura del Congreso para el periodo 2021-2022, lea el discurso completo

Con un minuto de silencio en honor a las víctimas de la pandemia y la violencia, el primer mandatario inició su discurso de instalación de las sesiones ordinarias del Congreso de la República.

Con un minuto de silencio en honor a las víctimas de la pandemia y la violencia, el primer mandatario de los colombianos inició su intervención, en la cual abordó temas como pandemia, vacunación, empleo, programas de ayudas monetarias, matrícula cero, viviendas VIS y no VIS, servicios públicos, paz, reactivación económica, Providencia y Santa Catalina, Estatuto migratorio, protesta pacífica, transformación de la Policía, protección de la niñez y la reforma tributaria.

¡COLOMBIA NO SE DETIENE!
Discurso del Presidente de la República de Colombia, Iván Duque Márquez, durante la instalación de las sesiones ordinarias del Congreso de la República 2021-2022

Bogotá, 20 de julio de 2021.

Honorables congresistas, colombianos:

Quiero darle gracias a Dios todo poderoso y a la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, por este día.

Es para mí un honor y un privilegio volver a este recinto, expresión genuina de nuestra democracia, para dirigirme a ustedes en esta fecha en donde celebramos un año más de nuestra Independencia y destacamos uno de los más preciados valores humanos: la libertad.

Pero antes de dirigirme a ustedes, quiero pedirles que me acompañen en un minuto de silencio para recordar a todas las víctimas de la pandemia, y también a aquellas que han fallecido a causa de la violencia, rindiéndoles un sentido homenaje y augurando a sus familias, como a todo el país, la construcción de una sociedad mejor. Quiero recordar al Ministro de la Defensa, Carlos Holmes Trujillo, así como al senador Eduardo Enríquez Maya, quienes ofrecieron su vida entera al servicio de la nación colombiana.

(Minuto de Silencio)

¡Muchas gracias!

Estamos transitando, juntos, hechos sin precedentes. Esta pandemia nos ha dejado un rastro de dolor muy grande: más de 115.000 colombianos fallecidos que, junto a los 4 millones de víctimas en todo el mundo, representan un vacío irreparable. En estos tiempos, los colombianos hemos tenido que afrontar todo tipo de adversidades, personales y colectivas. Nadie ha escapado al dolor de perder a un ser querido, y todos hemos tenido que tomar decisiones en medio de la incertidumbre. Todos hemos sido víctimas de las consecuencias de una catástrofe global que dejó ciudades desoladas, cerró fronteras, interrumpió planes de vida y alteró nuestra cotidianidad de formas que eran impensables.

Tuvimos que enfrentar esta crisis ante la cual no había libretos ni soluciones mágicas. Por ello, en este día, quiero hacer un reconocimiento a todas las mujeres y hombres en Colombia que, ante el tamaño de este reto, supieron convertirse, al interior de sus hogares, en guías y refugio para sus familias en medio de una tormenta devastadora.

Los colombianos hemos sido llamados a ser más resilientes, sacando lo mejor de nosotros y siendo ¡MÁS colombianos que nunca; creyendo en el futuro, aunque el presente nos traiga retos colosales; tendiendo la mano, aunque tengamos diferencias; sacando fuerzas de donde no tenemos para avanzar en la vida sin conceder un segundo a la desesperanza.

La pandemia puso a nuestro Gobierno el gran reto de proteger las vidas de millones de personas, y proteger la capacidad del país para emerger de sus severas consecuencias económicas.

El camino no ha sido fácil; hemos enfrentado MUCHAS dificultades y restricciones para combatir los efectos de la pandemia. Gracias a Dios, he tenido el privilegio de contar con un equipo de trabajo de colombianos comprometidos y con una gran capacidad de servicio. Quiero agradecerle a cada uno de ellos por su patriotismo y por su incansable labor, que nos ha llevado a conseguir resultados concretos a favor del pueblo colombiano.
Es así que, en pocos meses de haberse iniciado la pandemia, logramos duplicar las camas de cuidado intensivo, pasando de 5.400 a más de 12.000; pasamos de 1 laboratorio que procesaba 1.000 pruebas al día a más de 160 que procesan más de 100.000 pruebas diarias, y capacitamos, también, al talento humano en salud para que llegara a todos los rincones de Colombia, con medicinas y tratamientos. A esos héroes y heroínas de todo el sector de la salud, también los celebramos hoy y les decimos: Gracias, ¡gracias por ser la primera línea de la vida!

El gran reto de la vacunación masiva

Ahora, nuestra sociedad tiene el gran reto de continuar con la vacunación masiva. Recuerdo hoy, con cierta tristeza, algunas voces que auguraban que en Colombia no habría vacunas disponibles este año. Pero también recuerdo, con emoción, como el 17 de febrero, Verónica Machado, la enfermera jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Sincelejo, recibía la primera dosis de la vacuna en el país. Y esto que hoy recordamos con alegría evidencia que cuando trabajamos por un mismo objetivo, somos capaces de hacer grandes cosas. Y, a pesar de algunas cuantas voces negativas y disociadoras, prevalecen las voces del optimismo, el trabajo arduo, los valores democráticos, el sentido social y SOMOS capaces de alcanzar grandes logros.

Hoy puedo informarles, con satisfacción, que, a HOY, en nuestro país se han aplicado ya 24 millones de vacunas, y que nuevamente sobrepasaremos las metas que nos habíamos trazado para el mes de julio. Asimismo, puedo garantizarles que este año llegaremos a la meta de vacunar a 35 millones de colombianos. Y ASÍ, UNIDOS, VAMOS A RECOBRAR NUESTRAS VIDAS PARA CONCENTRARNOS EN EL FUTURO QUE MERECEMOS.

En este objetivo de preservar la salud de los colombianos, nos embarcamos en implementar una política exterior y diplomática proactiva que ha rendido sus frutos y que ha logrado la generosa participación de la comunidad internacional, que se ha materializado en donaciones de medicinas, ventiladores, material de protección personal y vacunas.

Sin embargo, la pandemia no solo afectó la salud de los colombianos sino que también atacó cruelmente nuestra economía. En una primera instancia, millones de compatriotas perdieron su empleo, poniendo en riesgo su bienestar, agravando la situación de muchos que ya tenían demandas sociales acumuladas de mucho tiempo atrás.

Los trabajadores, en el centro de la atención

En esos albores de la pandemia, algunos se apresuraron a plantear que enfrentábamos dicotomías entre la salud y el empleo y entre la vida y
el progreso. Para nosotros, NO fue así. Partimos de la prevalecía de la protección de la vida, mientras desarrollábamos e implementábamos acciones innovadoras para proteger hogares, mantener empleos y salvaguardar nuestro lienzo social.

Al respecto, desarrollamos mecanismos para proteger el empleo y resguardamos más de 4 millones de empleos formales, ayudando a más de 194.000 empresas por medio del PAEF, subsidiando el equivalente al 40% del salario mínimo para todos sus trabajadores.

LOS TRABAJADORES FUERON EL CENTRO DE NUESTRAS ACCIONES Y CON SOLIDARIDAD EVITAMOS QUE 4 MILLONES DE COLOMBIANOS REGRESARAN A LA POBREZA.

Gracias a un trabajo coordinado, se crearon rápidamente programas para llevar asistencia económica a más de 3 millones de compatriotas, que NUNCA habían recibido ninguna ayuda del Estado. Programas como Ingreso Solidario, Familias en Acción, Jóvenes en Acción y otros enfocados en los adultos mayores, ayudaron a sobrellevar los efectos de la pandemia sobre los ingresos de las familias.

La respuesta rápida de ESTE Gobierno hizo que entregáramos 14,6 millones de canastas nutricionales casa por casa, e implementamos el Plan de Alimentación Escolar para llevar comida a los hogares de 5’600.000 niños y niñas en todo el territorio.

Matrícula Cero, la mayor conquista social

Estas medidas de apoyo a los colombianos más vulnerables, en respuesta a la pandemia, fueron complementadas con medidas de más largo alcance, alineadas con los pilares que definí desde el inicio de mi mandato, destinadas a crear igualdad de oportunidades en nuestra sociedad, bajo el marco de la legalidad, y ASÍ avanzar hacia una mayor equidad. En este sentido, hemos trabajado para que en nuestro país la educación pública universitaria, técnica y tecnológica pueda ser gratuita para los estratos 1, 2 y 3 mediante la creación del programa Matrícula Cero, dentro de la Estrategia Generación E.

Esta gratuidad en la educación universitaria, técnica y tecnológica pública, prometida en campaña y que interpreta un anhelo de décadas, ES LA MAYOR CONQUISTA SOCIAL EDUCATIVA QUE HA ALCANZADO COLOMBIA.

En el aspecto de la producción, mientras el covid-19 paralizaba al mundo, nosotros continuamos invirtiendo en infraestructura y en asegurar el abastecimiento de alimentos en la mesa de los hogares colombianos. Es así que marcamos un hito de ingeniería al cruzar el Túnel de la Línea, al iniciar la construcción del metro de Bogotá y completar más de 2.000 kilómetros de vías nuevas y mejoradas. Asimismo, se preservaron las cadenas productivas de alimentos. En este esfuerzo, fueron indispensables los transportadores que no se detuvieron, los agricultores que no cesaron sus jornadas y los millones de colombianos que, con resiliencia, persistieron en su empeño de hacer patria en medio de las tribulaciones.

A TODOS USTEDES, ¡GRACIAS POR RECORDARNOS QUE POR DIFÍCIL QUE SEAN LAS CIRCUNSTANCIAS, SIEMPRE PREVALECE LA EMPATÍA Y LA SOLIDARIDAD COMO LA BASE PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA!

Con ese mismo derrotero social, rompimos los récords de entrega de subsidios para vivienda VIS y no VIS y ya hemos superado la meta de los 500.000 beneficiarios de Casa Digna Vida Digna. Adicionalmente, hemos beneficiado a más de 1.900.000 personas con servicios de agua potable y saneamiento básico.

HOY QUIERO ANUNCIAR QUE LLEGAREMOS A MÁS DE 3 MILLONES DE PERSONAS CON AGUA POTABLE POR PRIMERA VEZ, PORQUE CREEMOS FIRMEMENTE QUE EL AGUA POTABLE Y UN TECHO PARA VIVIR SON LAS CONDICIONES MÍNIMAS A LAS QUE TODO COLOMBIANO DEBE ACCEDER PARA GARANTIZARLE UNA VIDA DIGNA Y UNA VIDA MÁS HUMANA.

Colombia no debe detenerse; Colombia debe seguir avanzando por el camino del progreso, la libertad y el cumplimiento de la ley. Ratifico el compromiso inexorable de mi Gobierno de trabajar arduamente con sensibilidad social para reducir la pobreza y mejorar los niveles de vida de las familias colombianas, sobre todo, de aquellas que hoy se han visto más afectadas por la pandemia.

Paz con Legalidad

Respecto a nuestra política de Paz con Legalidad, ya hemos logrado que 700 mil víctimas superen su situación de vulnerabilidad y más de 30.000 familias se hayan beneficiado de los procesos de titulación. El próximo 20 de julio, en un año, este Gobierno superará la meta de los 50.000 beneficiados y se habrá convertido en el que más títulos de tierra habrá entregado en la historia de Colombia.

Este es el camino que hemos trazado para ayudar a cerrar las brechas sociales y la llave para cerrar ese capítulo de violencia que habita en nuestra historia. Nuestra política de Paz con Legalidad ha logrado trascender los discursos y la tinta, ejecutando con eficiencia acciones concretas hacia quienes más han sufrido el dolor de la violencia.

Colombia se reactiva

Colombianos, la pandemia desnudó grandes inequidades sociales e hizo aún más evidente la urgencia de trabajar para superarlas. Por esto, mi Compromiso por el Futuro de Colombia, que anuncié hace un año, ya muestra importantes resultados. Hemos recuperado 4 millones de empleos y, durante el primer trimestre de este año, nuestro país tuvo un crecimiento económico del 1.1%. Con esta estrategia avanzamos en la estructuración, contratación y ejecución de 545 proyectos, con una inversión cercana a los 141 billones de pesos.

Así, avanzamos en la reactivación segura. Este Nuevo Compromiso por el Futuro de Colombia es mucho más que una agenda de obras e iniciativas para la reactivación económica. Es la renovación de nuestra promesa vigorizada de trabajar por un país donde la equidad sea una realidad.
Hay quienes piensan que la equidad es un concepto abstracto, pero la equidad se materializa diariamente. La equidad se concreta en el acceso a las vacunas, en una educación de calidad para todos nuestros niños, niñas y jóvenes, en oportunidades de trabajo, en un sistema de justicia que funcione para el ciudadano, en una sociedad que ofrece caminos sin mirar el género, el origen étnico, las creencias religiosas individuales o el color de la piel, y sabemos que podemos alcanzarla si trabajamos sin descanso, entregándolo TODO, TODO, por nuestro país.

Mi Gobierno se ha propuesto preparar a Colombia para enfrentar con éxito los retos del mañana, que vendrán marcados por la predominancia del uso de la inteligencia artificial y el procesamiento de la información y la digitalización de todos los procesos, así como la continua búsqueda de métodos innovadores y disruptivos, que debe ser nuestra guía.

Es por ello que, proyectándonos hacia el futuro, hoy más de 100.000 colombianos se forman como programadores, más de 14.700 instituciones educativas oficiales se han transformado para ser, también, centros digitales.

HEMOS PUESTO A COLOMBIA EN CAMINO A SER EL EPICENTRO DE LA INNOVACIÓN REGIONAL; ESTAMOS DECIDIDOS A SER LOS LÍDERES DE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN SURAMÉRICA, Y ESTE SIGLO XXI, QUE VUELVE A DESPUNTAR, NOS VERÁ RESURGIR CON MÁS EMPRENDIMIENTO Y MÁS CREATIVIDAD, CONSCIENTES DEL PODER DE LA TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN, BASADA EN LA COMUNICACIÓN ASERTIVA PARA RESOLVER PROBLEMAS SOCIALES.

ES PARTE DE ESE OBJETIVO QUE COLOMBIA SALGA FORTALECIDA DE LA PANDEMIA Y PREPARADA PARA APROVECHAR TODAS ESTAS OPORTUNIDADES.

Nuestra apuesta fundamental ha sido el bienestar de los colombianos, pensando en sus talentos, y por ello somos el Gobierno que ha realizado la mayor inversión en la educación, el sector cultural y en el deporte, en toda la historia de nuestra vida republicana. Esto, una vez más, son hechos y no palabras.

Y es con hechos también como estamos atendiendo deudas históricas con nuestras comunidades étnicas, porque somos un país orgulloso de su pluralidad y sabemos que en ella reside nuestra fuerza como nación. POR ESO VALORAMOS NUESTRA ANCESTRALIDAD, PROTEGEMOS NUESTRA DIVERSIDAD Y PROMOVEMOS NUESTRA CULTURA.
PARA ALCANZAR ESTAS METAS, CON MÁS AGILIDAD, ES NECESARIO TRABAJAR JUNTOS.

Colaboración armónica

Pero desde el Gobierno no se puede hacer todo. Necesitamos de la ayuda de toda nuestra institucionalidad, del concurso del sector privado y de las fuerzas vivas de la sociedad. Ya lo hemos dicho: juntos, siempre construimos un mejor país.

Al respecto, quiero agradecer la colaboración armónica con el Congreso para acelerar la reactivación. Con ustedes, hemos desarrollado un marco normativo para impulsar sectores de la economía que se vieron rezagados por la pandemia. Sacamos adelante la Ley de Emprendimiento, lanzamos la Política de Turismo Sostenible y modificamos la Ley General de Turismo.

LE APOSTAMOS, TAMBIÉN, A ESTO, PORQUE ESTAMOS CONVENCIDOS DE QUE EL TURISMO ES EL NUEVO PETRÓLEO, NUESTRA BIODIVERSIDAD ES NUESTRO MAYOR ACTIVO Y LA BELLEZA DE NUESTRO TERRITORIO ES RECONOCIDA POR EL MUNDO.

Tenemos la vista fija en cambiar el modelo tradicional de desarrollo y evolucionar a uno ambientalmente sostenible. Por eso, de la mano del Congreso, le dejamos al país la Ley de Delitos Ambientales, lo que representa un hito histórico. Igualmente, nos comprometimos a reducir en un 51 % las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Óiganme bien: NOS PONEMOS ESA META PORQUE ES LO CORRECTO, PORQUE CREEMOS QUE ESTOS SON LOS DESAFÍOS QUE NOS DEBEMOS PLANTEAR COMO NACIÓN, SUPERANDO LAS PEQUEÑECES DE LO INMEDIATO Y ABRAZANDO PROPÓSITOS DIGNOS DE LA GRANDEZA A LA QUE ESTAMOS DESTINADOS. DEBEMOS TENER SIEMPRE PRESENTE QUE LA TIERRA NO LA HEREDAMOS DE NUESTROS ANCESTROS, SINO QUE LA TENEMOS PRESTADA PARA NUESTROS HIJOS.

Así, a pesar de las dificultades que se nos presentaron los meses pasados, hemos multiplicado la generación de energías renovables, y ya tenemos en construcción el parque eólico más grande en la historia del país, con inmensos molinos de viento que, en Uribia, en la alta Guajira, proveerán de energía eléctrica a miles de familias, que se suman a las más de 217.000 que, en este Gobierno, han podido refrigerar sus alimentos, o prender la luz con la energía del viento y del sol, evidenciando que la energía va de la mano de la salud. ESTAMOS HACIENDO REALIDAD LA MAYOR TRANSFORMACIÓN ENERGÉTICA DE LA REGIÓN, PORQUE ESE ES NUESTRO FUTURO.

Para esta legislatura que empieza, estamos presentando un nuevo modelo de crecimiento verde, porque vemos en la protección del medio ambiente un deber ético y una oportunidad para combatir la pobreza y las economías ilícitas, tal como lo estamos haciendo con los contratos de conservación ambiental, en lugares donde la deforestación criminal es cómplice de la miseria de miles de familias.

Compromiso personal con Providencia y Santa Catalina

Tenemos el reto ineludible de lograr el progreso atendiendo los desafíos del cambio climático, al cual nuestro país está especialmente expuesto. Así lo evidenció que, por primera vez en nuestra historia, un huracán categoría 5 pisara nuestro archipiélago histórico e indivisible de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, donde estamos haciendo un esfuerzo colosal por su reconstrucción, de manera concertada con las comunidades. Y quiero dejar claro que nuestro Gobierno dejará un Archipiélago moderno y una Providencia y Santa Catalina TOTALMENTE RECONSTRUIDAS. ESE ES MI COMPROMISO PERSONAL.

Esa misión resumida en “Producir conservando y conservar produciendo” refleja nuestra vocación democrática y el respeto hacia las comunidades y su relación con el medioambiente.

Estatuto Migratorio

En momentos en que nuestra sociedad enfrenta tiempos desafiantes, debemos renovar nuestros votos por una democracia sólida. En eso no nos podemos equivocar: la democracia es la única garantía real para que nuestra libertad, de la mano de una cultura de legalidad, genere las condiciones para que todos podamos salir adelante y en donde nuestras diferencias se resuelvan de manera civilizada y respetando los derechos de cada una de las partes.

COLOMBIANOS, la justicia social no es compatible con el autoritarismo, ni con el populismo, ni con la violencia, ni con cualquier forma de totalitarismo. Las instituciones republicanas existen justamente para evitar la concentración del poder, para que las aspiraciones sociales sean tramitadas mientras impera la libertad y el orden, para que el ser humano no retroceda a los tiempos de la ley del más fuerte.

Hoy, más que nunca, debemos entender que la fortaleza de la democracia es el espacio de la justicia social. Nuestra Constitución, que ya cumple 30 años, es la garantía de nuestros derechos, una fuente de nuestros deberes y la brújula, que define un Norte para que como país podamos navegar las aguas cambiantes de la historia, en ORDEN, y sin dejar a nadie atrás.

Protesta pacífica sí; violencia no

SABEMOS Y ENTENDEMOS QUE HAY DEUDAS HISTÓRICAS QUE SALDAR, QUE SON MUCHAS LAS FRUSTRACIONES QUE COMO SOCIEDAD SENTIMOS, PERO LA SOLUCIÓN LA ENCONTRAMOS TRABAJANDO EN EQUIPO, MIRÁNDONOS A LOS OJOS, TENDIÉNDONOS LA MANO PARA CONSTRUIR, NO PARA DESTRUIR.

Como sociedad, debemos entender que el derecho a la protesta pacífica se protege, se respeta y se garantiza. Pero no existe el derecho a interrumpir las oportunidades de vida de los demás. Impedir que una persona llegue a su trabajo, acceda a los servicios de salud o se le prive de tener comida en su mesa, es un delito, sin ambivalencias, ni licencias morales. Los bloqueos no son cortes de ruta; son cortes de vida, no hacen valer ningún derecho, solo hacen valer la ambición de los agitadores que se quieren beneficiar del caos.

Permitir que se violen los derechos de todos es anarquía, y en un país de anarquía, de caos y de odio solo prosperan la violencia y el dolor. Allí no hay esperanza. Allí no se resuelven los problemas por los cuales se protesta. Por el contrario, se profundizan cuando se destruye el patrimonio público, la propiedad privada y los empleos. Por eso, por encima de cualquier cosa, somos una nación cimentada en el orden constitucional, que es todo lo opuesto a la anarquía.

La violencia tampoco es un concepto abstracto. La violencia se hace realidad en las acciones de personas de carne y hueso, que en lugar de consensos buscan rupturas, que en lugar de alternativas proponen abismos, que, en lugar de unión, dividen.

Por eso, debemos rechazar la violencia venga de donde venga. Nuestra Fuerza Pública está sujeta a los más altos estándares en materia de derechos humanos y, por eso, al tiempo, la respaldamos, la FORTALECEMOS y le exigimos.

La respaldamos, porque nuestros soldados y policías son hijos, hijas, hermanos, padres y madres que están dispuestos a entregar la vida por defender lo que somos y lo que podemos ser. La fortalecemos, porque las amenazas son muchas y diversas, y deben ser enfrentadas con la fuerza racional y legítima del Estado. Y les exigimos, porque cada uno de esos hombres y mujeres está capacitado para actuar dentro del marco de la Constitución y la ley. La legitimidad de la Fuerza Pública reside en su apego a los derechos humanos, en la proporcionalidad de su respuesta y en que, sin importar las condiciones del momento, su única pasión es la defensa de los valores de la patria.

Transformación de la Policía

He dado claras instrucciones para que todos los miembros de la Fuerza Pública se comprometan con el respeto, las garantías y la protección de la protesta pacífica. Y también, les he dado instrucciones precisas para actuar con contundencia, utilizando todas las herramientas de la Constitución, para defender a la ciudadanía de los vándalos y terroristas.

Este es el motivo por el que ya iniciamos el Proyecto de Transformación Integral de la Policía Nacional, con el que estamos creando una nueva identidad de la Institución para mejorar su proximidad con los ciudadanos, y con el que, también, estamos fortaleciendo la prevención, protección y respeto por los derechos humanos. En este sentido, crearemos la Dirección de Derechos Humanos de la Policía y radicaremos el proyecto de ley que modifica el Estatuto Disciplinario de la Policía Nacional.

Adicionalmente, presentaremos el proyecto de ley para el nuevo Estatuto de carrera para la profesionalización del servicio. Así, fortaleceremos esta fuerza para que, cada vez más, los colombianos estén orgullosos de su Policía. De esta manera, avanzaremos hacia su transformación tecnológica para que pueda actuar de manera contundente y, siempre, con la mayor transparencia.

Esta Fuerza Pública, de la que nos sentimos orgullosos, defiende no solo nuestros valores democráticos sino también nuestro patrimonio y nuestra riqueza ambiental con el mismo fervor con el que defiende nuestra soberanía. Es la fuerza que nos ha permitido alcanzar las más bajas tasas de secuestro y las menores tasas de homicidios en décadas.

Es la que con su profesionalismo y capacidad nos ha permitido alcanzar grandes logros operacionales, para que ‘cadetes’, ‘guachos’, ‘urieles’ no continúen sembrando la violencia, ni el miedo, ni el terrorismo, ni el narcotráfico. NI SIGAN ASESINANDO A NUESTROS LÍDERES SOCIALES, ¡porque en nuestro país NO hay cabida para los violentos!
Son una fuerza para la justicia, para hacer valer nuestros derechos y para enarbolar nuestros principios. Me siento orgulloso de ser su Comandante en Jefe, porque ustedes son los defensores de la institucionalidad y la legalidad.

Estos valores democráticos son una construcción colectiva, un reflejo de nuestra sociedad, que se han forjado en cada uno de nuestros hogares, protegiendo a nuestros niños.

Protección de la Niñez

Compatriotas, no dejemos de sembrar en nuestros hijos amor, respeto, tolerancia, sensibilidad humana, pues es esto lo que permitirá resolver y enfrentar nuevos retos juntos con pensamiento crítico, lógico, sin individualismos.

Nuestra Constitución sabiamente protege a aquellos que no pueden ejercer a plenitud sus derechos. Por ello, define claramente que no hay derechos por encima de los derechos de nuestros niños, ni hay deber más apremiante que protegerlos. Con esta consigna, modificamos con ustedes la Constitución Política, con el apoyo de este Congreso, para sancionar la ley de cadena perpetua para los violadores y abusadores de niños, porque el mensaje de nuestra sociedad debe ser inequívoco, debe resonar en cada rincón de la patria: en Colombia no aceptamos una niña, ni un niño, abusado ni violentado; NO lo toleramos, NO lo admitimos y lo castigaremos con todo el peso de nuestra ley.

En esta instalación del Congreso, lo invoco a que acompañe a mi Gobierno en este último tramo del camino. Con su apoyo estoy seguro de que sacaremos adelante iniciativas que contribuyan a cerrar las brechas sociales exacerbadas por la pandemia. Acá no hay triunfos individuales, nuestros logros serán los logros de Colombia.

Nuestra respuesta a la incertidumbre y a los interrogantes que nos plantea este momento tiene que incluir los conceptos de solidaridad y responsabilidad. INVITO a que, hombro a hombro, pasemos esta página de la historia.

Proyecto de Ley de Inversión Social

Con gran satisfacción, he sido testigo de cómo podemos construir los consensos que nos permitirán alcanzar tres propósitos fundamentales: primero, atender a los más vulnerables, segundo, crecer económicamente para generar más y mejores empleos y, tercero, hacerlo con responsabilidad fiscal, sin tocar a los sectores más vulnerables ni a la clase media.

Esto se concreta en el Proyecto de Ley de Inversión Social, que es una apuesta por continuar con Ingreso Solidario, una renta básica de emergencia, hasta diciembre del año 2022. Crear nuevos empleos para los jóvenes, subsidiando el equivalente al 25% de un salario mínimo por cada trabajo nuevo creado, para personas entre los 18 y 28 años. Ampliar el subsidio mínimo de trabajadores formales hasta diciembre de 2021 y hacer del programa Matrícula Cero una política de Estado. Todo esto en un marco de austeridad en el gasto público y, por supuesto, de lucha contra la corrupción y la evasión. Esta apuesta social llegará a un poco más de 11 millones de hogares y significa la verdadera revolución social de nuestros tiempos.

Este consenso no habría sido posible sin el concurso de ustedes, del sector privado, a quien reconozco por su patriotismo, coraje y valentía, con el apoyo de los mandatarios locales y de la sociedad en general, que han hecho una lectura acertada de nuestra realidad y han dado un paso al frente para contribuir a superar la crisis y convertirnos en la sociedad que podemos ser.

Esta ley de inversión social, que construiremos entre todos, es el salto de desarrollo humano más grande de las últimas décadas. Sienta las bases para que, sin importar qué tan distante parezca nuestro destino, todos los colombianos tengamos la oportunidad de llegar a buen puerto. La misión en la que nos embarcamos no es menor, ni puede ser distinta. Esto se trata de garantizar que cualquier niña o niño, nacidos en la ciudad o en la más profunda lejanía, sienta a su nación presente, fuerte y fraterna en cada estación de su vida, brindándole la oportunidad de convertir sus sueños en realidades.

ESO ES EQUIDAD, ESE ES EL FIN ESENCIAL DEL ESTADO Y ESTE SERÁ EL LEGADO QUE NUESTRA GENERACIÓN ENTREGARÁ A LAS GENERACIONES QUE VIENEN.

Vacunémonos contra el odio y el desaliento

Este 2021 marca el verdadero inicio del siglo XXI. Los niños y jóvenes volverán a las aulas, reconocerán las caras que solo han visto en pantallas o en su imaginación. Con la vacunación masiva abrazaremos de nuevo a nuestros mayores, podremos volver a darnos la mano y sentir el calor de familia. Aprovechemos este momento que nos permite replantear el pasado y pensar en un futuro de todos: vacunémonos contra el pesimismo, contra el resentimiento, vacunémonos contra el odio y contra el desaliento.

Tenemos la obligación de caminar hacia adelante escuchándonos mejor y hallando consensos. Un paso importante en esa dirección es la elección de los consejos locales de juventud, para que los jóvenes interpreten el papel al que están llamados en esta democracia, que han sentido muchas veces lejana. LOS JÓVENES SON FUTURO, SON PRESENTE Y EL PAÍS LOS RECLAMA SIEMPRE VALIENTES EN SUS IDEAS, DISRUPTIVOS CON SU OPTIMISMO Y DINÁMICOS CONSTRUYENDO SOLUCIONES. ESTE SERÁ EL PASO MÁS TRASCENDENTAL EN LA FORMACIÓN DE UNA VERDADERA CIUDADANÍA JUVENIL.

Honorables congresistas, este salón donde nos encontramos es el escenario donde la democracia vibra, donde las ideas se agitan y las voces exponen argumentos. Las voces en calles las escuchamos y deben nutrir los debates, pero ustedes están convocados por la historia para ser los voceros de un país en plena transformación. Estoy seguro de que ustedes, como lo han hecho en tantas ocasiones, obrarán con consistencia, congruencia y sentido de patria.

Cuando nos volvamos a encontrar, el próximo 20 de julio, la ciudadanía habrá tomado una decisión sobre el futuro. Con humildad, invito a Colombia a escoger el camino del trabajo, el decir la verdad, aunque sea dura, el de apostar por el talento de las mujeres y hombres de esta tierra maravillosa y el de ser responsables con las generaciones que vienen. Los invito a rechazar el camino de la mentira, el de la calumnia frívola; digámosles NO a los promotores del odio, evitemos el camino fácil para obtener placeres momentáneos, que dejan cicatrices eternas.

En este país que renace al sobreponerse a la pandemia, los colombianos no quieren que el debate político que se avecina para las elecciones del año entrante esté marcado por la polarización agresiva, y la saturación de insultos y ataques personales. Los colombianos quieren escuchar propuestas serias y realistas, programas en el campo social, en la educación, en la salud, en la infraestructura, que resuelvan problemas de manera efectiva y sostenible. Los colombianos quieren un debate electoral reflexivo y de altura, y todos estamos obligados a hacerlo posible.
En un año estaremos entregando un país con más de 50.000 títulos de tierras para los campesinos, con la matrícula gratis para cerca de 700.000 estudiantes en las universidades públicas como política de Estado, con 12.000 aulas para avanzar en la jornada única, con la población vacunada, con la mayor inversión en vías, con los proyectos PDET en ejecución, con más del 10% de nuestra matriz energética en energías renovables no convencionales y un crecimiento económico cercano al 7%, el más alto en la última década.

Todos estos serán los logros nuestros, los logros de Colombia.

La historia demanda que seamos la mejor versión de nosotros mismos. ¡ES EL MOMENTO DE SER MÁS COLOMBIANOS QUE NUNCA, DE ESCRIBIR NUESTRA HISTORIA Y DE CIMENTAR EL FUTURO CON LOS HECHOS QUE NOS UNEN!

Declaro instalada la legislatura del Congreso de la República de Colombia para el periodo 2021-2022.

Muchas gracias.

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