Jhon Jairo Gómez, alcalde Tuluá, aseguró que el vandalismo que se tomó el casco urbano del municipio vallecaucano fue consecuencia de la orden presidencial del uso de la fuerza para desbloquear las vías, acción que no fue consultada ni se consideró las consecuencias que la intervención pudiera tener en el resto de la población.
“Tuluá se suma a la lista de municipios, que una vez el ESMAD interviene la vía Nacional, que pasa por un lado, cuya reacción violenta de los jóvenes, que estaban en los puntos de obstrucción de la vía, ha superado la reacción de la Fuerza Pública”, aseguró el mandatario.
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El burgomaestre rechazó los actos vandálicos que afectaron principalmente al Palacio de Justicia, además de la Alcaldía, la sede del Departamento de Agricultura, el de Tránsito, y Empresas Municipales, junto con semáforos y señales de tránsito.
Por esta razón, el alcalde decretó toque de queda para la noche, entre las 10 de la noche y las 5 de la mañana, para este miércoles y jueves.
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“Un grupo de personas sin amor, sin respeto por la ciudad han vandalizado y destruido un edificio hermoso, temático, importante, histórico como el Palacio de Justicia, pérdida que no es reparable”, dijo Gómez, quien además recalcó que la Administración Municipal siempre ha estado presente en las mesas de diálogo convocadas por campesinos, empresarios y manifestantes desde que inició el Paro Nacional, el pasado 28 de abril.
