El patrullero Javier Andrés Pasos Montoya de la POLFA, fue asesinado el pasado 28 de marzo en Armenia, aparentemente por hurtarle unos elementos. A partir de ese día y por orden expresa del director general de la Policía, se conformó un equipo de investigadores y agentes de inteligencia al mando del general Gustavo Franco Gómez que en 48 horas logró resolver el entramado delincuencial y capturar a los tres presuntos responsables del asesinato.
El crimen
El pasado domingo 28 de marzo al medio día, un par de sujetos en una motocicleta le propinaron un disparo con arma de fuego al patrullero Javier Andrés Pasos Montoya de la POLFA, momentos en que el policía caminaba de civil por el barrio Modelo de Armenia.
La investigación y los resultados en tiempo récord
Un equipo humano y logístico conformado por investigadores de Policía Judicial, inteligencia, POLFA, uniformados del departamento de Policía Quindío y con el apoyo de la Fiscalía General de la Nación, lograron desentramar el contubernio criminal que habían conformado miembros de una misma familia que acabaron con la vida del patrullero Pasos.
A su vez, el señor director de la Policía Nacional mayor general Jorge Luis Vargas, indicó tras el asesinato del patrullero Pasos “Los policías de Colombia no vamos a permitir que quede en la impunidad la muerte de ningún policía” puntualizó el alto oficial.
Los tres capturados, dos de ellos hermanos y un amigo, fueron ubicados luego de un arduo trabajo investigativo a través de información ciudadana y recursos técnicos que permitieron encontrarlos en Mariquita, Tolima cuando huían con destino a Valencia-Carabobo en Venezuela, uno de los capturados tiene doble nacionalidad colombo-venezolana.
Por su parte el director de la POLFA, general Gustavo Franco Gómez, aseguró en rueda de prensa que “logramos capturar en tiempo récord a los presuntos asesinos que cegaron la vida de nuestro patrullero Javier Andrés Pasos en el barrio Modelo de la ciudad de Armenia, su crimen no quedará impune y se hará justicia” puntualizó el general Franco.
Los capturados tendrán que responder por los delitos de homicidio, porte ilegal de armas de fuego y municiones y podrían enfrentar una pena de hasta 40 años de prisión.