Durante su visita al país, Gebel asume simbólicamente el rol de “Presidente por un día” y desarrolla una narrativa que alterna momentos de humor con otros de reflexión, manteniendo un tono directo y cercano al público.


Durante su visita al país, Gebel asume simbólicamente el rol de “Presidente por un día” y desarrolla una narrativa que alterna momentos de humor con otros de reflexión, manteniendo un tono directo y cercano al público.