El sector educativo tiene el desafío de evitar la vulnerabilidad, fortalecer el acceso, monitorear y garantizar la adecuada gestión de los equipos, reduciendo las posibilidades de ser víctimas de ataques cibernéticos.

El sector educativo tiene el desafío de evitar la vulnerabilidad, fortalecer el acceso, monitorear y garantizar la adecuada gestión de los equipos, reduciendo las posibilidades de ser víctimas de ataques cibernéticos.