Las fiestas, reuniones sociales o incluso el simple acto de limpiar la casa con música a alto volumen, son eventos que en ocasiones incomodan a los habitantes de una comunidad y pueden requerir de la intervención de las autoridades.

“El primer paso para garantizar que todo esté en regla es contar con una agenda organizada, que muestre una alerta cuando un mantenimiento esté próximo a vencerse. Y el segundo es contárselo a los vecinos cuándo se realizaron y cómo parte del presupuesto se invirtió en cuidar la infraestructura”, asegura Albano Laiuppa, CEO de Properix.