La industria avícola comienza a adaptarse a una demanda que ya no es marginal, es la nueva exigencia del consumidor colombiano, quien disfruta de la proteína animal pero exige códigos éticos en la producción para consumirla.

El recibir esta certificación resalta el compromiso de la Casita Roja por impulsar iniciativas sostenibles que contribuyan a la regeneración del planeta y al cumplimiento de los ODS 7 y 13 (Energía Limpia y No Contaminante y Acción por el Clima), aportando al objetivo de carbono neutralidad para 2050.