Para Humanity & Inclusión, no sólo se consideran víctimas las personas muertas o heridas, sino también los miembros de sus familias y las comunidades que viven en zonas afectadas por armas y artefactos explosivos, que han sufrido individual o colectivamente daños físicos, emocionales o psicológicos, pérdidas económicas o un menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales.