El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció este jueves la flexibilización de las restricciones de entrada impuestas en el país debido a la propagación del COVID-19.
“A partir de marzo, planeamos comenzar gradualmente a aliviar las restricciones en la frontera”, dijo Kishida en una rueda de prensa transmitida por la cadena NHK.
Especificó que el período de cuarentena se reducirá de siete días a tres “sujeto a una serie de condiciones, en particular, si la persona está revacunada o no”.
Además, Japón planea aumentar de 3.500 a 5.000 la cuota diaria del total de personas que pueden entrar en el país, agregó el jefe el Ejecutivo.
Al mismo tiempo, anunció la extensión del régimen de medidas reforzadas en 17 prefecturas hasta el 6 de marzo.
La decisión del primer ministro de Japonés se realizó tras la insistencia de universidades, líderes empresariales y hasta los mismos integrantes del partido de gobierno, que solicitaban disminuir las restricciones de entrada por la pandemia preocupados por la afectación económica y de reputación del país frente a los compromisos adquiridos con los visitantes extranjeros.
Japón prohibió desde finales de noviembre pasado la emisión de nuevos visados a extranjeros y suspendió la validez de los ya emitidos. Así, los japoneses y sólo los extranjeros con permiso de residencia, o visado de larga duración, pueden entrar en el país.
En medio del aumento sin precedentes del número de nuevos casos, el Gobierno japonés implementó de manera gradual un régimen de medidas reforzadas en las regiones, que tiene como objetivo frenar la propagación del coronavirus.
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Las administraciones locales podrán tomar sus propias decisiones sobre la reducción de las horas de funcionamiento de los centros comerciales, supermercados, cafeterías y restaurantes, imponer restricciones al número máximo de clientes y prohibir la venta de alcohol en los locales.
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Con información de Sputnik.