El sacerdote Francesco Spagnesi fue detenido este martes en la ciudad de Prato (Toscana) por tráfico de drogas, comunicó el diario Il Messaggero.
“El párroco, de 40 años, fue puesto bajo arresto domiciliario por la jueza de investigación preparatoria, Francesca Scarlatti, por acusaciones de tráfico e importación de estupefacientes”, informó el periódico.
Según precisó, hace unos días el religioso, involucrado en una investigación policial sobre fiestas, en las que se consumía la cocaína y la gamma-butirolactona (GBL), dejó su parroquia “por motivos de salud”.
Las fuerzas del orden refieren que, junto a su cómplice Alessio Regina, don Francesco habría comprado en los Países Bajos la GBL con entregas de medio litro a un litro a la vez, pagándola con las donaciones de los feligreses, mientras las fiestas se habrían organizado en la vivienda de Regina.
Los fieles atestiguaron que en los últimos tres años el cura les incitaba a hacer donaciones cada vez con mayor insistencia para “cubrir los gastos en obras de caridad”.
A su vez, el obispo local Giovanni Nerbini reveló que el pasado abril Spagnesi confesó que consumía drogas regularmente, después de que el obispo lo obligó a someterse a una rehabilitación psicoterapéutica y en junio lo alejó de la parroquia para que se curase.
“Cuando supimos de movimientos sospechosos en las cuentas de la parroquia, retiré el poder de firma exclusiva del párroco”, dijo Nerbini, añadiendo que varias veces le pidió explicaciones, pero “cada vez me explicaba que se trataba de ayudas para personas necesitadas de la parroquia”.
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Con información de Sputnik.