Mediante acciones de apoyo realizado a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales y en conjunto con la Cámara Colombiana del Libro, funcionarios de la Unidad de Policía Judicial de la Policía Fiscal y Aduanera; logró desmantelar una fábrica que estaba siendo utilizada para la elaboración de forma ilegal de obras literarias.
La operación, se ejecutó a través de una minuciosa investigación adelantada por el Grupo de Fiscalización aduanera de la DIAN, desarrollando resolución de registro control aduanero a un inmueble con características de parqueadero.
En la diligencia los funcionarios de la Policía Fiscal y Aduanera se percataron de la existencia de una bodega interna en el inmueble, donde se visualiza una puerta rudimentaria con materiales metálicos de zinc color blanco; procediendo a realizar las actuaciones judiciales, logrando la incautación de material editorial (Obras literarias) que se encontraban allí almacenada, las cuales no cumplían con las características para los procesos correspondientes que emplea la industria editorial legal al no ser obras originales.
En el procedimiento se logró la incautación de 12.312 unidades de libros de diferentes editoriales, 9.570 caratulas impresas de editoriales y 698.200 hojas impresas de diferentes editoriales, así mismo, cuatro fotocopiadoras e impresoras, que serían utilizadas para la producción, distribución y comercialización de este material en territorio nacional, avaluada comercialmente en 876 millones de pesos.
La comisión de actividad ilícita se encuentra tipificada en el artículo 271 del Código Penal colombiano “Violación a los derechos patrimoniales de autor y derechos conexos”, incurriendo en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años y multa de veintiséis punto sesenta y seis (26.66) a mil (1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Dentro los libros encontrados en la bodega se lograron establecer que hacen parte de lanzamientos muy recientes de autores nacionales y extranjeros, literatura de interés general, siendo considerados como los más vendidos en el mercado literario.
Para la fabricación de los libros utilizaban fotocopiadoras de alto rendimiento, la línea de encuadernación era de forma artesanal, para la paginación utilizaban pegamento o colbón de forma fraudulenta o pirata.
Para la producción de un libro en la cadena de valor, lo que más cuesta es la caratula, generando ingresos atractivos a los delincuentes que se dedican a la piratería.
Fabricando un libro en la bodega clandestina les cuesta alrededor de $3.000, pero en el mercado pirata lo llegan a vender entre $20.000 y 25.000 pesos, el margen de ganancia para los piratas es muy alto, afectando a la industria cultural y nacional legal del país.
La directora general de la Dirección Nacional de Derecho de Autor de Colombia, Carolina Romero Romero, expresó que “Este operativo, el más grande en los últimos 10 años a las mafias de la piratería en Colombia, es una muestra del gran trabajo que vienen realizando la Dirección de Gestión de la Policía Fiscal y Aduanera, la DIAN y la Cámara Colombiana del Libro para combatir el flagelo de la piratería, que le hace un inmenso daño a la cadena del libro en nuestro país, de la que dependen económicamente cientos de familias. Esto también es un mensaje a la ciudadanía de que, al comprar un libro pirata, involuntariamente se está fortaleciendo a las mafias y grupos ilegales, a costa del trabajo de nuestros creadores”.