En el auditorio de la Caja de la Vivienda Popular, 20 familias firmaron la promesa de compraventa de sus futuras viviendas en el proyecto La Alegría, desarrollado por la constructora Cusezar en la localidad de Bosa.
Más que un acto legal, es un punto de inflexión. Una línea que marca el antes y el después en la historia de familias que durante años vivieron en zonas de alto riesgo no mitigable y hoy sonríen porque no dormirán más en miedo e incertidumbre, pues dejaron atrás la casa ubicada donde el suelo se mueve, la lluvia es amenaza, y cada noche se duerme con el corazón en vilo.
Esta jornada se enmarca en el programa Vivienda Segura, que lidera la Caja de la Vivienda Popular (CVP) y que hace parte de la estrategia distrital orientada a proteger y reubicar a familias en condiciones de riesgo, mediante procesos dignos, voluntarios y técnicamente respaldados.
La directora general encargada, Martha Carreño, durante el evento expresó: “Hoy es un día muy significativo. Agradezco a la Secretaría del Hábitat, a la constructora Cusezar y a nuestro equipo por hacer posible este sueño. Después de años de espera, hoy podemos decir: cumplimos. Estamos recuperando la confianza para vivir mejor, con hechos y programas como este, liderados por nuestro alcalde Carlos Fernando Galán y nuestro director general de la CVP, Juan Carlos Fernández. Muy pronto tendrán su escritura, su título y, con él, un hogar propio y seguro. Ese es nuestro mayor orgullo”.
A su vez, la actual directora encargada de la Dirección de Reasentamientos, Nataly Márquez, afirmó: “Desde la administración distrital, trabajamos por una Bogotá más equitativa, segura y resiliente. Impulsar el acceso a vivienda nueva no es solo construir casas: es garantizar espacios seguros y bien ubicados, donde cada familia pueda vivir con dignidad. El proyecto La Alegría es un ejemplo concreto de ese compromiso y de lo que es posible cuando el sector público y privado se articulan para transformar realidades”.
El proyecto La Alegría no es solo un conjunto de torres bien construidas. Es un entorno urbano estratégicamente ubicado, con cercanía a servicios de salud, colegios, transporte y espacios de cuidado. Es la posibilidad de salir de la exclusión y entrar en la ciudad real: la que conecta, cuida, acoge y brinda oportunidades.
La firma de la promesa realizada de manera individual por cada familia, junto al representante legal de la constructora, representa más que un documento. Es la cristalización de un derecho. Es el reconocimiento de una deuda histórica con quienes han vivido al margen de la infraestructura formal, esperando —con paciencia y esperanza— que la ciudad también los incluyera.
Durante la jornada, las emociones no se disimularon. Doña Cecilia Matías, beneficiaria del programa, sostuvo: “Estamos muy felices, la Caja de Vivienda Popular y la constructora cumplieron. Gracias al alcalde de Bogotá y a la Caja de la Vivienda Popular, son unas personas muy correctas y nos están ayudando”.
Para Jonathan Buitrago, esta jornada fue especial y manifestó: “Estoy muy contento, muy feliz. Hoy damos un paso gigante hacia ese sueño que parecía lejano. Vinimos a firmar la promesa de compraventa, y eso nos acerca cada vez más a tener por fin nuestro apartamento. Gracias a la Caja de la Vivienda Popular por recibirnos con tanto respeto y calidez. Estoy profundamente agradecido por todo lo que nos están brindando”.
El proceso de reasentamiento que acompaña la Caja de la Vivienda Popular no se limita a la entrega de un inmueble. Implica seguimiento técnico, jurídico y social, visitas, asesoría y acompañamiento emocional. Porque mudarse no es fácil, incluso cuando se trata de un cambio positivo. Por eso, cada caso es atendido con enfoque diferencial y visión integral, reconociendo la historia detrás de cada puerta.
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El programa Vivienda Segura no promete milagros: ofrece certezas con la posibilidad de reconstruir con base firme lo que alguna vez fue riesgoso. Bogotá se transforma en una ciudad en la que vivir bien no depende del azar ni de la geografía. Este mes, más familias seguirán firmando y muy pronto recibirán su nueva vivienda.
Al finalizar esta administración, la Caja de la Vivienda Popular habrá reasentado a 2 mil familias en Bogotá.
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