El Vaticano está desarrollando un plan para celebrar los eventos y servicios de la Pascua de Resurrección en caso de que el Papa Francisco no se recupere para entonces de la neumonía y siga hospitalizado, aseguró este jueves el periódico Messaggero.
En 2025, la Pascua católica y ortodoxa se celebrará el mismo día, el 19 de abril. El festejo estará precedido por la Semana Santa, dedicada a recordar los últimos días de la vida terrenal de Jesucristo.
“Se acerca la Pascua, y el Vaticano ya está estudiando un posible plan B, que podría incluir, si fuera necesario, celebrar los servicios de la Semana Santa sin el Papa. Naturalmente, hay esperanzas de que Bergoglio pueda estar en su residencia en el Vaticano en esa fecha, aunque hoy por hoy nadie puede predecir lo que suceda dentro de veinte días”, dice el artículo.
Messaggero indicó que es prematuro hablar de la participación del pontífice en los festejos. El servicio de prensa del Vaticano, según revela el medio, aseguró que “aún no se ha tomado ninguna decisión final”.
El plan de respaldo implica que varios cardenales lleven a cabo los servicios religiosos en nombre del Papa, lo que recuerda un poco a la Pascua de 2005 durante el último período de la vida de Juan Pablo II, cuando la tarea fue confiada a sus colaboradores más cercanos.
Luego el papa Wojtyla apareció ante el público sólo el domingo de Pascua, pero no pudo pronunciar el tradicional discurso debido a su grave estado.
Esta vez, escribe Messaggero, la situación es un poco diferente, ya que Francisco podría regresar al Vaticano en Pascua y recuperarse bajo estricta supervisión médica y la terapia necesaria. En este tipo de enfermedades, se necesitan al menos tres meses para hablar de una recuperación completa.
La víspera el servicio de prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco no había necesitado la ventilación pulmonar durante la noche y que también se había reducido su necesidad de terapia con oxígeno de alto flujo durante el día. El progreso continúa con la fisioterapia de movimiento y respiración.
El sábado pasado, el servicio de prensa del Vaticano informó que el tratamiento prescrito al Papa permite una “mejora gradual” de su estado. El cuadro clínico del pontífice se mantiene estable, lo que confirma los avances observados durante la semana pasada, según el informe.
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El 14 de febrero, después de las audiencias, el papa Francisco, de 88 años, acudió a la clínica Gemelli de Roma para someterse a un examen y continuar el tratamiento de la bronquitis en un entorno hospitalario. Fueron cancelados los eventos con la participación del pontífice.
Los chequeos posteriores del pontífice mostraron la aparición de una neumonía bilateral. Durante su estancia en el hospital, el papa sufrió cuatro crisis respiratorias.
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Con información de Sputnik.