Alexandr Darchíev, de 64 años, ha sido designado embajador de Rusia en Estados Unidos por un decreto del presidente Vladímir Putin.
El documento, hecho público este jueves, anuncia el nombramiento de Darchíev como “embajador extraordinario y plenipotenciario de la Federación de Rusia en los Estados Unidos de América, con concurrencia como observador permanente de la Federación de Rusia ante la Organización de los Estados Americanos en Washington”.
Hasta hoy, Darchíev se desempeñaba como director del departamento de América del Norte en el Ministerio de Exteriores de Rusia.
Nacido el 14 de mayo de 1960 y licenciado en Historia por la Universidad Lomonósov de Moscú (MGU), Darchíev trabajó de 1983 a 1992 en el Instituto de Estados Unidos y Canadá de la Academia de Ciencias rusa, tras lo cual inició la carrera diplomática. Fue ascendiendo en el escalafón dentro del departamento de América del Norte, trabajó como asesor en la embajada rusa en Washington de 1997 a 2002 y como ministro consejero de esta legación de 2005 a 2010. Además, ejerció como embajador en Canadá de 2014 a 2021.
Washington dio su plácet a Moscú para este nombramiento durante las consultas que las delegaciones de ambos países celebraron a finales de febrero pasado en la ciudad turca de Estambul.
Justamente Darchíev representó a Rusia en esas consultas, mientras que la comitiva estadounidense fue encabezada por Sonata Coulter, subsecretaria adjunta de Estado de EEUU para Rusia y Europa Central.
Las consultas de Estambul se llevaron a cabo casi diez días después de la primera reunión de alto nivel que Moscú y Washington mantuvieron en la capital de Arabia Saudí para buscar la normalización de las relaciones bilaterales, concretar la primera cumbre entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, y facilitar posibles negociaciones para resolver el conflicto ucraniano.
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Las dos potencias acordaron crear un clima favorable para la completa reanudación de la cooperación bilateral en distintos ámbitos de interés común, así como levantar las barreras artificiales que afectan el funcionamiento de sus embajadas y otras instituciones diplomáticas, y conformar un grupo de trabajo de alto nivel para comenzar a resolver la crisis ucraniana.
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Con información de Sputnik.