El Tribunal del Distrito de Kioto, en Japón, condenó a la pena capital este jueves a Shinji Aoba, de 45 años, acusado de haber provocado deliberadamente un incendio que mató a 36 empleados del estudio Kyoto Animation en 2019 y dejó heridos a más de treinta, informó el canal de televisión NHK.
El juez que preside el caso, Keisuke Mauda, dictaminó que Aoba cometió a conciencia el crimen, que calificó de «cruel e inhumano» y estaba en pleno ejercicio de sus facultades mentales para discernir entre el bien y el mal en aquel momento.
“Si bien existe la sospecha de que su capacidad para reconsiderar el acto delictivo habría disminuido ligeramente, no se puede afirmar que hubiera un deterioro significativo en su capacidad para juzgar lo que es bueno y lo que es malo (…) En el momento del crimen, no estaba ni loco ni trastornado mentalmente”, declaró.
Durante el juicio, el acusado permaneció sentado en una silla de ruedas, con cicatrices visibles en la cara y el cuello. En el fatídico incendio, el propio Aoba sufrió quemaduras en el 90% del cuerpo, estuvo entre la vida y la muerte durante varios meses en un hospital. A los diez meses recuperó el habla y posteriormente fue arrestado.
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Según la investigación, Aoba irrumpió en el estudio Kyoto Animation (KyoAni) en julio de 2019 con dos bidones de gasolina, roció el combustible y le prendió fuego al parecer por venganza. El hombre afirmó que el estudio le había robado la trama de una novela. KyoAni negó esas acusaciones.
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Con información de Sputnik.