El Gobierno de Nicaragua decretó el domingo el estado de Alerta Roja, máximo en la escala de riesgos, ante los estragos provocados por la tormenta tropical Julia, cuyas lluvias provocaron inundaciones y riadas.
“Se declara Estado de Alerta Roja en todo el territorio nacional. Queda sin efecto la declaratoria del Estado de Alerta Amarilla decretado el 8 de octubre del presente año”, reza el comunicado firmado por Guillermo González, ministro del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).
Con el meteoro ya de salida, la administración del presidente Daniel Ortega también decretó la suspensión de clases en el sistema público y privado, ante el riesgo de movilizarse por carreteras y caminos anegados, y el peligro latente de deslaves.
Según el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, varios puntos del país acumularon más de 100 milímetros de lluvia durante este domingo, lo cual provocó el desborde de varios ríos.
Al filo del mediodía dominical, la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, pidió prudencia a la población, sobre todo en los alrededores de ríos y cañadas, proclives a desbordarse durante el invierno.
Murillo informó que 600 albergues y 818 casas solidarias fueron alistados para evacuar las familias que necesitaran un refugio seguro y que finalmente 12.858 personas accedieron a esa protección.
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Las predicciones meteorologías apuntaban que Julia debe abandonar el territorio de Nicaragua en la tarde-noche del domingo en las proximidades del puerto de Corinto, en el extremo noroccidental del país.
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Con información de Sputnik.