Desde hace poco más de año y medio, la pandemia hizo que gran parte de la población mundial permaneciera en casa. Las reuniones y los encuentros de trabajo hoy en día se llevan a cabo en su mayoría a través de aplicaciones de videoconferencia en computadoras, tablets y teléfonos móviles. El uso excesivo de las cámaras ha impactado la autoestima de las personas y el deseo de mejorar su autoimagen ha generado una mayor demanda de procedimientos estéticos, como lo devela la encuesta realizada en cuatro países de América Latina por solicitud de Merz Aesthetics, compañía de medicina estética que hace parte del Grupo Merz Pharma.
El estudio, que buscó entender mejor el comportamiento con relación a los hábitos de belleza de los latinoamericanos, fue realizado por Ipsos en los meses de julio y agosto de 2021, donde participaron 4.019 hombres y mujeres mayores de 25 años, a través de una encuesta digital en Brasil, Colombia, Argentina y México, con un margen de error de 1.5%. La encuesta demostró que, en los últimos 18 meses, el 71% de los encuestados ha cambiado sus hábitos y se preocupa más por su salud y bienestar, mientras que el 58% afirmó que pasó a buscar o buscaron por primera vez procedimientos faciales estéticos inyectables no quirúrgicos.
Para Gonzalo Mibeli, presidente de Merz Aesthetics para América Latina, la compañía decidió estudiar el comportamiento de los consumidores, pues, a diferencia de muchos segmentos de la industria, el de medicina estética se mantuvo estable e incluso creció en algunos mercados a lo largo de la pandemia. “La investigación ha demostrado lo que ya sabíamos empíricamente. Actualmente, la gente anhela belleza natural, individual y única. Para rescatar esos factores determinantes para el autocuidado y la autoconfianza, la mayor parte de los latinoamericanos encuestados en la investigación buscó procedimientos estéticos faciales”, comenta Mibeli.
Los brasileños ocupan el primer lugar en la realización de procedimientos estéticos faciales: en los últimos 18 meses, al tomarse en cuenta 9.158 personas encuestadas, de las cuales 4.019 fueran consideradas para la muestra, 17% confirmaron haberse sometido a algún tipo de tratamiento inyectable no quirúrgico. El segundo lugar lo ocupan los mexicanos, con 12% de respuestas positivas, seguidos por Colombia, con 10% y finalmente Argentina, con 5%.
Las razones para el aumento del interés en este tipo de procedimiento varían significativamente: cerca del 47% de los entrevistados dijeron que pasaron a preocuparse más por su apariencia durante la pandemia; el 39% pasaron a notar detalles que les incomodaban por verse más tiempo en las pantallas; el 28% pasó a usar más las redes sociales, lo que les permitió estar más informados sobre los procedimientos, y el 21% dijo tener más acceso a contenidos en general sobre procedimientos estéticos.
De acuerdo con Fabrizio Rodrigues Maciel, Head de HealthCare de Ipsos Brasil, una motivación oculta puede haber tenido impacto en la decisión de realizarse procedimientos estéticos: la cuestión financiera. “Debido al aislamiento impuesto por la pandemia, mucha gente tuvo menos gastos en ocio y viajes, por ejemplo, entonces destinaron el dinero para invertir en autocuidado, lo que incluye los procedimientos estéticos”, analiza.
Procedimientos en Colombia
La investigación muestra que Colombia fue el país donde la población se preocupó más por su autoestima y autocuidado en los últimos 18 meses. El 83% de los encuestados se cuidó más durante la pandemia y el 70% buscó información sobre procedimientos. El 64%, es decir, la mayoría, está interesado en procedimientos estéticos; aunque les gusta su apariencia en general, aseguran que algunos días no se sienten cómodos con ella.
Según Juan Puyo, Country Manager de Merz Aesthetics en Colombia, “la encuesta muestra una tendencia de crecimiento de los procedimientos estéticos porque las personas están cada vez más interesadas en buscar la mejor versión de sí mismas”.
La encuesta también mostró que los hombres están más preocupados por la belleza y comprometidos a escapar de los patrones. El 82% comenzó a buscar más o a indagar por primera vez sobre procedimientos estéticos. En la evaluación del ejecutivo, “Colombia es un mercado que tiene mucho que explorar. Este resultado confirma que la búsqueda de procedimientos va mucho más allá de la estética, ya que es un tema que afecta la seguridad y la autoestima de las personas”, afirma.
Inyección de autoestima
Los datos de la investigación también evidencian que a la gran mayoría de los que tienen interés en realizarse procedimientos estéticos les gusta su apariencia en general, pero hay una variación en lo cómodos que están con ella. En Brasil, por ejemplo, ese número representa el 61% de los entrevistados, en México el 57%, mientras que en Argentina y Colombia el 62% y el 64%, respectivamente. Es importante destacar que las mujeres y jóvenes en el rango entre 25 a 34 años tienden a tener mayor variación de satisfacción con la apariencia.
Aunque los hombres están propensos a sentirse más cómodos de manera constante, la encuesta señaló que el 80% de ellos entre los 25 y 34 años cambiaron su comportamiento y pasaron a cuidarse más, además de preocuparse por su salud y bienestar.
En general, los encuestados latinoamericanos creen que realizarse procedimientos faciales estéticos inyectables no quirúrgicos, puede reflejarse en la percepción que tienen sobre sí mismos. En el análisis de los cuatro países, el 75% de las personas afirmó que esto puede cambiar totalmente la confianza y la autoestima. “Además de los beneficios para la salud y la apariencia de la piel, los procedimientos estéticos tienen un efecto muy positivo en la autoconfianza, son capaces de minimizar las pequeñas incomodidades y, en consecuencia, de valorar la belleza natural e individual”, refuerza la dermatóloga Mariana Muniz, Directora Médica de Merz Aesthetics.
Pero ¿qué lleva a una persona a considerar realizarse procedimientos estéticos faciales inyectables no quirúrgicos? Para el 51% de los encuestados, la decisión ocurre cuando percibe algún signo de envejecimiento, como arrugas o líneas de expresión. Para el 37%, el primer paso es cuando un médico recomienda el procedimiento. El 30% prefiere iniciar para mejorar su autoestima, mientras que el 27% de los entrevistados siente cierta insatisfacción con su rostro; 26% optan por el procedimiento como prevención de la aparición de arrugas y líneas de expresión, y el 17% toman la decisión por la recomendación de un amigo. Finalmente, el 16% se decide cuando ve alguna promoción del procedimiento.
Rejuvenecimiento, según el 53% de los entrevistados, y mejora en la autoestima (48%) son los principales resultados que buscan hombres y mujeres en la realización de procedimientos faciales estéticos inyectables no quirúrgicos. La gran mayoría dice que la primera preocupación es la calidad del producto utilizado, seguida del conocimiento de la marca y de la seguridad del producto.
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En los últimos 18 meses, el 14% de los encuestados afirmó haber utilizado la toxina botulínica tipo A en el rostro, el 11% recurrió al láser u otras tecnologías, el 12% aplicó rellenos de ácido hialurónico y el 9% utilizó bioestimulantes. Casi la totalidad de ellos, un 95% de los hombres y mujeres que hicieron parte del estudio, aseveraron estar satisfechos con el procedimiento que se realizaron.
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