Ante la arremetida y el aumento exponencial de casos de coronavirus en las principales economías de América Latina, varias empresas vinculadas al sector minero proyectaban importantes desafíos en la continuidad de sus operaciones críticas.
En medio de la incertidumbre, la industria minera se está arrimando cada vez más a un aliado que ya venía probando su efectividad: la Transformación y Aceleración Digital.
La Transformación trae consigo soluciones digitales esenciales, a la hora de ayudar a las empresas a volver al trabajo mientras se protege la salud de toda su fuerza laboral, así como de la gestión de sus activos industriales que impactan en la operación; mediante la captura y analítica de los datos, el uso de Inteligencia Artificial, algoritmos avanzados, geolocalización y monitoreo inteligente con precisión asombrosa.
Las economías latinoamericanas, desde finales de mayo de 2020, registraron un explosivo aumento de la producción minera durante los meses duros de la pandemia. Según el Banco Mundial, minerales como el grafito, litio y cobalto, podrían experimentar un aumento de casi 500 % de aquí a 2050, para satisfacer la creciente demanda de tecnologías de energía limpia. Esto presenta un desafío importante a la capacidad de respuesta y continuidad de las explotaciones mineras.
La misma entidad estima que se requerirán más de 3 mil millones de toneladas de minerales y metales para la implementación de la energía eólica, solar y geotérmica, así como el almacenamiento de energía, para lograr una reducción de la temperatura por debajo de los 2 °C en el futuro.
¿Cómo puede colaborar la Transformación Digital en superar los desafíos que encara la minería en la región?
Ejemplos de aplicativos desde el mundo digital a la minería, son impulsados por actores de la industria tecnológica, tales como Hitachi Vantara, que en sus laboratorios de I+D han desarrollado soluciones de IoT (Internet of Things) para dotar de Inteligencia Artificial a las operaciones industriales, que permiten minimizar los tiempos de inactividad no programados; y así apoyar la productividad.
En un reciente estudio, conocido como “Revolución tecnológica en la gran minería de la región andina” por Cesco (Centro de Estudios del Cobre y la Minería), que consideró a grandes productores mineros de la región como: Chile, Perú, Colombia y Ecuador; buscó identificar brechas y oportunidades de la adopción de nuevas tecnologías en la industria regional.
El reporte concluyó que el sector tiene hoy una oportunidad “única” para generar un clúster minero andino para trabajar colaborativamente y sacar el mejor partido al cambio tecnológico.
Por ejemplo, el estudio establece claramente qué la Transformación que está viviendo la industria minera producto de la adopción de nuevas tecnologías puede dar un impulso también a la transformación productiva más allá del sector minero. Por ejemplo, si hablamos de la incorporación de la electromovilidad en la industria, en qué medida ese esfuerzo genera una base, un trampolín, para impulsar de manera más ágil el uso de electromovilidad, también en otros sectores de la sociedad.
Dentro de los desafíos, el reporte señala que Chile y Perú llevan la delantera en la adopción de estas tecnologías 4.0, con avances importantes en infraestructura digital. Sin embargo, la adopción está a medio camino en términos de ciberseguridad, gestión de datos y automatización. Por ello es que la ruta que quedaba para una óptima implementación tecnológica en el sector, se vio apresurado con la llegada de la crisis sanitaria mundial.
¿Qué más desafíos implica la adopción de esta transformación digital para la región minera? Sin duda un cambio en sus estrategias, modelos operativo y comercial, considerando la cambiante demanda del mercado.
Entonces, la pandemia ha generado la obligatoriedad de propiciar y generar un compromiso con la excelencia operativa para impactar en toda la cadena de valor minera; evitando caer en errores como sólo preocuparse por la perforación, voladura, acarreo, sin pensar en todos los factores que trae consigo la necesidad de ‘convivir’ con el COVID-19, y que sumados pueden generar pérdidas en el negocio.