Grupos especiales de la Policía Nacional encabezaron las operaciones que permitieron ubicar a los sujetos conocidos como ‘Carelápiz’ y ‘Ratoncel’, señalados integrantes de la subestructura ‘Suroeste’ del grupo armado organizado. En total van 4 capturas y una notificación en centro carcelario por estos hechos.
Las acciones operacionales desplegadas por la Policía Nacional, con el apoyo de la Fiscalía General de la Nación, para identificar, ubicar y capturar a los responsables de los homicidios colectivos en Colombia permitieron materializar en los últimos días y en tiempo récord dos nuevas e importantes capturas de presuntos integrantes del ‘Clan del Golfo’, vinculados a los hechos violentos ocurridos el 10 de enero y el 17 de febrero de este año, que cobraron la vida de 8 personas en los municipios de Betania y Andes (Antioquia).
El primero de los homicidios múltiples, en Betania, arrojó la muerte violenta de tres personas, por su presunta relación con actividades de microtráfico y producto del control de finanzas ilícitas por parte de la subestructura ‘Suroeste’ del grupo armado organizado, causas similares a las que cobraron la vida de 5 personas más en Andes.
Los trabajos de inteligencia e investigación criminal efectuados por grupos especiales de investigadores y peritos forenses, y que incluyeron la información suministrada por fuentes humanas y la recolección de elementos materiales probatorios y evidencias físicas, hicieron posible que el pasado fin de semana se obtuvieran 5 órdenes de captura por el homicidio colectivo registrado en el municipio de Andes. Todas ellas por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego.
Fue así como en el municipio de Hispania (Antioquia) cayó Johan Esteban Arango Restrepo, conocido como ‘Carelápiz’ o ‘el Viejo’. Se trata del presunto autor material de cuatro de los cinco asesinatos registrados en Andes y responsable de mutilar a una de sus víctimas, lo que refleja su alta capacidad criminal.
Por otra parte, en Andes, con el apoyo de la Fiscalía General de la Nación y el Ejército Nacional, fue capturado alias ‘Ratoncel’, igualmente vinculado a los hechos mencionados. Las investigaciones indican que este hombre habría estado en el lugar de los hechos.
Las primeras capturas
El pasado 18 de febrero, horas después del múltiple homicidio ocurrido en Andes, se efectuaron nueve diligencias de allanamiento y registro en ese mismo municipio, con el propósito de afectar a la subestructura ‘Suroeste’ del ‘Clan del Golfo’.
Ese día fueron aprehendidos dos menores de edad y capturados cinco presuntos integrantes por porte ilegal de armas, tráfico de estupefacientes e instrumentalización de menores. Dentro de ellos estaba Mario de Jesús Ospina Foronda alias ‘el Indio’, a quien en su momento se le incautaron dos revólveres, dos granadas de fragmentación y una pistola.
Rigurosos estudios balísticos practicados a una de las armas permitieron establecer la relación del ‘Indio’ con los hechos acaecidos en Betania, ya que habría sido el autor material del asesinato de las tres personas.
Hay que resaltar que por ese mismo caso -del pasado 10 de enero- se habían expedido seis órdenes de captura, entre ellas contra alias ‘Bob Marley’, puesto recientemente a disposición de la justicia en Salgar (Antioquia), y contra alias ‘Carne Rancia’, coordinador de sicarios y de tráfico de estupefacientes, quien fue notificado de una nueva imputación en la Cárcel La Picota de Bogotá, donde permanece desde hace más de un año por otras actividades criminales.
Otro aspecto de total relevancia en procura del total esclarecimiento de homicidios colectivos tiene que ver con el hallazgo de cinco vainillas en la escena del crimen de Andes, las cuales tienen correspondencia con el asesinato de 10 personas registrado en noviembre de 2020 en Betania y con la muerte violenta de cuatro más el 26 de febrero de 2020 en Salgar (Antioquia).
El despliegue total de la Policía Nacional incluyó 15 investigadores dedicados exclusivamente a estos casos, 260 horas de trabajo y actividades de policía judicial y más de 60 uniformados en la materialización de las operaciones, entre otros elementos y aspectos.