El expresidente Juan Manuel Santos emitió la respuesta a la carta abierta que en días pasados había publicado el presidente del partido Comunes, Rodrigo Londoño, más conocido como Timochenko.
En su carta compuesta de tres hojas, el exmandatario analiza la situación actual de la implementación de los Acuerdos de Paz en el país, a lo cual expresa sentirse “conmovido” con los hechos de violencia que se han presentado contra los exguerrilleros y los líderes sociales, junto el dolor de todas las víctimas del conflicto armado, incluyendo los soldados y policías.
“Espero que ustedes reconozcan su autoría y responsabilidad para contribuir a sanar las heridas”, fue la petición del exmandatario a Rodrigo Londoño y a los exguerrilleros de las Farc que como él decidieron dejar las armas y emprender el camino de la paz.
El Nobel de Paz en la misiva defiende los acuerdos y culpa de la situación a la implementación que está a cargo de los gobiernos de turno.
Ve con preocupación el informe de la Human Rights Watch sobre la violencia contra los líderes sociales y reincorporados de la guerrilla de las Farc en Colombia, y exhorta al que el gobierno ponga atención para no retroceder en el terreno ganado con el proceso de paz.
La frase “Lo que le dije a usted en Cuba la primera vez que nos dimos la mano, mi compromiso con lo que firmamos sería sagrado”, fue la respuesta directa al llamado de Londoño cuando expresó “¿Se acuerda del día que nos dimos la mano en Cartagena?”.
El expresidente Santos no ocultó su mala relación con el gobierno de Iván Duque, pero dejó abierta la posibilidad y disponibilidad para una reunión en torno a la implementación de los acuerdos, con la participación de Humberto de la Calle y el general Óscar Naranjo.
Frente al atentado que la guerrilla de las Farc pretendía realizar en contra de Juan Manuel Santos, y que ‘Timochenko’ afirmó sería “antiético”, en expresidente Santos expresó “Recuerdo que específicamente les dije que matarme a mí sería parte de las reglas de juego -y por supuesto- viceversa. Por eso no hubiera sido “antiético”, pero agradezco el gesto”.