Desde el martes pasado, los radicales incendiaron o vandalizaron miles de vehículos, cientos de tiendas y oficinas bancarias, así como decenas de ayuntamientos y escuelas a lo largo del país.
El presidente francés calificó lo ocurrido de “inexplicable e inexcusable” y agregó que “nada justifica la muerte del joven”. Mientras la primera ministra Elisabeth Borne dijo que la policía actuó “fuera de sus competencias”.
Las autoridades han sacado a las calles a 40 mil policías, vehículos blindados y helicópteros para frenar las protestas y disturbios que afectan la seguridad.
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, presentó el pasado 10 de enero un proyecto de reforma según el cual las autoridades del país empezarán a retrasar la edad de jubilación tres meses al año a partir del 1 de septiembre de 2023, hasta alcanzar los 64 años en 2030.