Se espera que el nivel de profundidad de este modelo de negocio, que centra su capacidad en explotar datos de diferentes sectores, lleve a la convergencia de distintas industrias en un camino de mejora de experiencia de usuario y mayor competencia.
Los cambios anunciados por el director de la Dian, Luis Carlos Reyes, sobre la nueva forma de cobro del 4X1000 hacen que expertos del sector se pregunten si el Estado tiene la capacidad para implementarlo correctamente.
Los cambios que impulsa la Dian exigen que los bancos, y a todos los actores del ecosistema financiero, intercambien información de manera más eficaz para conocer el tope de transacciones.
El uso de herramientas tecnológicas en los celulares ha impulsado la inclusión financiera, la adopción de productos y apunta a ser la clave para la correcta implementación del modelo de datos abiertos que propone la Superintendencia Financiera.
La implementación de este nuevo modelo de negocio, que está reglamentando la Superintendencia Financiera, promete mejorar varios aspectos que han estancado a la industria en los últimos años.
Desde la pandemia, el país ha consolidado la tecnología digital en el día a día del mercado financiero y apunta a dar el salto a la analítica de datos para ponerse a tono con las economías más competitivas del mundo.
Debido al crecimiento de los modelos de lenguaje natural, como Bing o Chat GPT, algunos expertos piden opiniones de los desarrollos tecnológicos para orientarse o debatir sobre el porvenir.
Expertos en esta materia han bautizado como “competencia colaborativa” los efectos positivos que ha tenido a lo largo del mundo el Open Finance en sistemas económicos tradicionales, permitiendo que agentes no tradicionales, como las cooperativas, compitan en el mercado.
De acuerdo con el articulado publicado por el Departamento Nacional de Desarrollo, los datos abiertos jugarán un papel importante durante los próximos cuatro años con el objetivo de mejorar la inclusión financiera en el país.
Aunque la lupa de los expertos y los creadores de política pública se ha centrado en mejorar el acceso a los productos financieros, es en el uso de los mismos donde hay más retrasos.