Estaba acusado de ser el líder de una organización internacional dedicada a utilizar tarjetas e identidades falsas para estafar a ciudadanos y empresas de nacionalidad estadounidense.

Según el fallo, el magnate está descalificado para ocupar el cargo de Presidente bajo la Sección Tres de la Decimocuarta Enmienda de la Constitución, la cual establece que ninguna persona que haya “participado en una insurrección” o haya prestado ayuda a sus enemigos será elegible para ocupar un cargo público en Estados Unidos.