RED, la película más reciente de Disney y Pixar, se convirtió en el estreno #1 de Disney+ a nivel mundial en los primeros tres días de estreno basado en la cantidad de horas de visualización obtenidas, y continúa generando conversación en todos los continentes.
En simultáneo al estreno, se lanzó Abrazando al panda: Detrás de Red, que ya se encuentra disponible en Disney+, un documental original sobre el divertido recorrido por el detrás de escena de RED.
Dirigida por la realizadora chino-canadiense Domee Shi —ganadora del premio Oscar® por el cortometraje de Pixar BAO— la película presenta a Mei Lee (voz en inglés de Rosalie Chiang), una joven de 13 años que se debate entre seguir siendo la obediente hija de su madre y el caos que implica la adolescencia. Ming (voz en inglés de Sandra Oh) su madre sobreprotectora y un poco autoritaria, nunca está lejos de ella, una realidad “desafortunada” para una adolescente. Y como si los cambios en sus intereses, relaciones y en su cuerpo no fueran suficientes, cada vez que se emociona demasiado (lo que sucede, prácticamente, siempre) ¡Se convierte en un panda rojo gigante!
RED no solo tiene un personaje femenino en el centro de la trama, sino que además es un proyecto ideado y liderado por un equipo de mujeres. A su vez, a través de la historia, la realizadora explora las tensiones propias de la relación madre-hija, al tiempo que honra el poderoso legado femenino presente en las familias de distintas culturas, y especialmente presente en su historia personal.
Talento femenino detrás de cámara
La historia de RED nació de las experiencias personales de Shi durante su propia pre adolescencia en Toronto, pero la película cobró vida en alianza con un poderoso equipo de mujeres que unieron experiencia, talento y creatividad para llevar adelante el proyecto junto a ella. Los cuatro puestos de liderazgo del film estuvieron ocupados por mujeres: codo a codo con la directora trabajó la productora de Pixar, Lindsey Collins, cuyos créditos incluyen galardonadas películas de Disney y Pixar como WALL-E, BUSCANDO A NEMO y RATATOUILLE. Al frente del diseño de producción del film estuvo Rona Liu, al tiempo que la supervisión de los efectos visuales estuvo a cargo de Danielle Feinberg (WALL-E, VALIENTE y COCO), con una extensa trayectoria en Pixar.
A propósito del poder femenino que impregna la película, el documental sobre el detrás de escena también revela la importante influencia de las vidas personales de las realizadoras, sobre todo las vocaciones y carreras de sus propias madres, quienes las incentivaron desde pequeñas a explorar la creatividad y perseguir la expresión artística.
En el documental se puede ver, además, cómo la pandemia de COVID-19 y las vidas personales de las realizadoras atravesaron la producción de RED, llevándolas a trabajar desde sus casas y a convivir con cruces constantes entre el trabajo y acontecimientos clave de sus vidas como embarazos y bodas, y la crianza de sus hijos e hijas de distintas edades, sintiendo una profunda identificación tanto en su rol de madres con Ming, como en sus recuerdos como hijas en la edad Mei.
Un legado familiar omnipresente
Desde su trama, la película también aborda cuestiones de género vinculadas a las interacciones familiares y el legado de generaciones pasadas. En el centro de la historia está la relación madre-hija, y la tensión que siente Mei al querer alejarse de la “niña perfecta” que supo ser para su madre, Ming, y así tratar de averiguar quién es ella realmente. “Tenemos a una niña que se siente tironeada entre su familia y sus amigas, y que está aprendiendo que ella no es todo lo que creía ser. Y tenemos a la madre, con una hija a la que de pronto le gustan los chicos y una música extraña. Una madre que lucha por soltar la relación de manera que su hija pueda convertirse en quien necesita ser. Es un tema universal que toca una fibra sensible en todos, ya sea que uno sea el progenitor, la progenie o tal vez ambos”, explica Lindsey Collins.
Cuando Mei descubre que sus repentinas transformaciones en un panda rojo gigante también atravesaron a su madre, sus tías y su abuela, la historia se sumerge en el terreno de los legados familiares y las tradiciones que, en nombre de él, muchas veces nos vemos forzados a continuar. En el proceso, Mei logra conectar profundamente con todas esas mujeres fuertes y voluntariosas que integran su familia, pero al mismo tiempo aprende a ser fiel a sí misma y a lo que desea hacer.
“Es valiente, confiada en sí misma, muy estudiosa, apasionada, particular y un poco presumida”, dice la directora Domee Shi de su personaje principal, y agrega: “Cuando yo tenía su edad era igual que ella. Escribía fan fiction de Harry Potter y dibujaba fan art con pasión. Tenía un cuaderno de bocetos secreto que mis padres no conocían. Ahora que crecí, conozco muchísimas mujeres extraordinarias que de niñas eran así. Quería mostrar eso con Mei”.
A través de la película, Domee Shi pudo elaborar algunas de estas cuestiones de su propia historia familiar, marcada por la inmigración, las expectativas puestas en los hijos de esos inmigrantes y la presencia de una madre con características similares a las de Ming. “Hay un conflicto universal por el que atraviesan muchos niños, pero creo que los hijos e hijas de inmigrantes tienen más obligación aún de continuar con el legado de la familia y asegurarse de que los sacrificios de trasladarse a un nuevo país no fueron en vano”, relata Shi y agrega: “Ming es una compilación de todas las extraordinarias mujeres asiáticas fuertes de mi vida. Puede ser intensa, pero todas las locuras que hace están motivadas por el amor que siente por su hija”.
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Con mujeres fuertes, diversas y comprometidas delante y detrás de cámara, RED invita a las audiencias a divertirse, emocionarse e identificarse con la historia de Mei y ese panda rojo gigante que todos y todas llevamos dentro.
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