Mientras la tasa de usura aplicable para los créditos otorgados por entidades financieras formales en Colombia se encuentra en este momento en 25,82% efectivo anual, en la calle, de manera informal e incontrolada, y bajo la compleja modalidad del gota a gota, el costo del dinero puede ser hasta de 20% mensual, es decir, 240% anual.
Aquello de que “la necesidad tiene cara de perro”, se refleja en un preocupante dato que validan investigaciones de la firma Datacrédito, según las cuales, uno de cada cuatro colombianos, acude a ese tipo de préstamos para solventar sus angustias del día a día, para cubrir sus gastos personales o los de su pequeña empresa o negocio.
En tal sentido, Gustavo Rincón el gerente general de Coophumana, una entidad especializada en afianzamiento de créditos y que evita a las personas la compleja necesidad de acudir a familiares y amigos para que sean sus codeudores, asegura que “es necesario contar con un antídoto contra el gota a gota o paga diario, modalidades que en la práctica asfixian a millones de colombianos”.
Agrega que en Colombia existen diferentes formas de gestionar el riesgo crediticio, siendo el afianzamiento una de las herramientas más completas, porque previene el deterioro de la cartera de créditos y apoya el seguimiento y la gestión constante de los clientes en mora.
De hecho, el directivo advierte que independientemente de los efectos de 15 meses continuos de la pandemia sobre la colocación de créditos formales, son llamativas las tendencias a la baja de los préstamos en la banca formal. Y explica que, según informes de la Superfinanciera, la cartera bruta de todo el sistema acumuló un valor de 526 billones de pesos, con una caída de 1,6% el último año, el dato más bajo en 10 años.
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Además, la cartera comercial cayó 4,1% anual en términos reales, la cifra más notoria en los últimos cinco años. También el crédito de consumo bajó 1% el último año, con datos al corte de marzo de 2021.
Así las cosas, advierte Rincón, es evidente la importancia de facilitar el acceso al crédito formal a los colombianos a través de mecanismos de inclusión financiera, construyendo un gana gana tanto para usuarios como para colocadores formales del préstamos.
Y puntualiza que el afianzamiento se encarga de gestionar el cobro en instancias jurídicas, así como también de pagar el saldo insoluto de la deuda en caso de que no se llegue a un acuerdo de pago con el deudor en instancias anteriores.
Doble protección
Luisa Martino, gerente Comercial de Coophumana, advierte que tradicionalmente se ha evidenciado que los pequeños originadores de créditos no cuentan con estas herramientas para proteger su activo más importante: su cartera, como sí se observa que lo hacen los grandes actores del sector financiero.
Por ello, enfatiza en que contar con el afianzamiento de los créditos, es importante, ya que la cobertura de siniestros, pero, sobre todo, la prevención de los mismos, son la claves para asegurar la rentabilidad y continuidad de cualquier negocio.
“El afianzamiento que ofrece Coophumana es un servicio dirigido a todo tipo de empresas, especialmente, a las que otorgan créditos de consumo para personas naturales”, dice.
La herramienta se adapta a las necesidades específicas de cada una, “constituyéndonos como ese impulsor de crecimiento de manera sólida y sostenida, aportándoles autonomía para gestionar sus ventas y minimizar la pérdida de cartera de forma sencilla, ágil y ahora digital”.
Esta solución financiera permite a todo tipo de empresas crecer con confianza, mantener su capital más seguro y contar con el pago de las obligaciones que presenten moras por parte de algún cliente, concluye.
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