Unos 13,4 millones de ecuatorianos están llamados a las urnas este domingo para elegir al próximo presidente y vicepresidente de la República, así como a 137 asambleístas nacionales, en unas elecciones extraordinarias matizadas por una ola de violencia sin precedentes.
Estas son las primeras elecciones anticipadas realizadas en el país luego de la aprobación de la Constitución de 2008, que estableció la herramienta constitucional de la “muerte cruzada”, invocada por el presidente Guillermo Lasso para disolver la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) y ordenar el llamado adelantado a las urnas.
Los votantes elegirán a uno de los 8 binomios que se disputan el sillón presidencial del Palacio de Carondelet (sede del Ejecutivo ecuatoriano) y también a los 137 integrantes de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral).
En caso de que, tal como prevén los sondeos electorales, ninguno de los presidenciales inscritos alcance la mayoría absoluta, o un 40 por ciento de los votos válidos, con 10 por ciento por encima del segundo puesto, los ecuatorianos deberán acudir a una segunda vuelta, planificada para el 15 de octubre próximo.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) usará el mismo padrón electoral que en las elecciones seccionales de febrero pasado, por lo que están registrados 13,45 millones de electores, de los cuales son hombres 6,3 millones son mujeres, y 6,8 millones son hombres.
Del total de electores, 409.250 son migrantes empadronados para ejercer el voto telemático, que será la modalidad exclusiva este año para quienes residen en el exterior.
Se habilitaron 40.714 Juntas Electorales, que abrirán sus puertas a las 07:00 hora local (12.00 GMT) y cerrarán a las 17:00 hora local (22:00 GMT) del domingo 20 de agosto.
Por primera vez, los listados de candidatos contemplan la paridad para la dignidad de presidente/a o vicepresidente/ala lista, mientras los listados para legisladores podrán ser encabezadas por un hombre o una mujer.
Los electores también tendrán que atender dos consultas populares, promovidas por colectivos ciudadanos.
La primera, de carácter nacional, preguntará si se suspende o no la extracción del petróleo en un bloque del Parque Nacional Yasuní (Amazonía), y la segunda, de carácter local, sobre la erradicación de la minería a toda escala en el Chocó Andino, para el cantón Quito, provincia de Pichincha (norte).
Voto obligatorio y facultativo
En Ecuador, el voto es obligatorio para las personas entre 18 y 64 años que consten en el padrón electoral. También existe el voto facultativo para los jóvenes de 16 y 17 años, los mayores de 65 años o las personas discapacitadas y con falta de movilidad, grupo este que puede acceder al formato de Voto en Casa si desean ejercer su derecho.
El artículo 292 del Código de la Democracia impone a quienes no acudan a votar una multa del 10 por ciento de un salario básico unificado (SBU), que a la fecha es de 450 dólares, o sea, quienes no ejerzan el voto obligatorio serán multados con 45 dólares.
Los ciudadanos que son miembros de las juntas receptoras del voto y no acudan a votar pagarán una multa de 67,50 dólares.
Las elecciones arrancaron el jueves 17 de agosto, con el sufragio de personas privadas de libertad (PPL) sin sentencia condenatoria ejecutoriada, en tanto, el viernes fue la jornada de Voto en Casa, dirigida a las personas con discapacidad física igual o superior al 75 por ciento, y adultos mayores de 65 años de edad.
El único padrón electoral que el CNE actualizó para estas elecciones fue el de los PPL sin sentencia ejecutoriada, para lo cual redujo 740 empadronados comparación con los comicios de febrero, por lo que 4.756 PPL ejercieron su derecho al voto en 39 centros de privación de libertad de 20 provincias.
El Voto en Casa benefició a 587 electores con alto porcentaje de discapacidad física y quienes no podrán trasladarse a las urnas el día de las elecciones presidenciales y legislativas anticipadas, previstas el próximo día 20 de agosto.
Elecciones en medio del estado de excepción
Las elecciones tendrán lugar en medio de un estado de excepción por 60 días, establecido por el Gobierno tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, el pasado 9 de agosto.
El hecho conmocionó al país y obligó al Estado a imponer la medida para frenar la violencia previo al proceso comicial anticipado.
También rige un estado de excepción en las cárceles del país, ante los hechos suscitados en la penitenciaría del litoral, donde según la Fiscalía, se reportaron 31 muertes.
Durante la campaña se registraron varios atentados contra ciudadanos implicados en la política, e incluso el jueves, al cierre de la campaña electoral, el candidato Daniel Noboa (centro derecha), fue víctima de un atentado mientras recorría el cantón Durán (provincia de Guayas, una de las más violentas del país).
A fin de garantizar la seguridad de los votantes se dispuso la protección de los recintos de votación de Ecuador desde el pasado miércoles a las 21.00 hora local (02.00 GMT).
La presidenta del CNE, Diana Atamaint, confirmó que las Fuerzas Armadas se desplegarán en 4.390 recintos electorales a nivel nacional para contribuir al desarrollo normal de las elecciones extraordinarias.
En tanto, las Fuerzas Armadas desplegarán unos 43.000 efectivos, mientras la Policía Nacional desplegará un contingente de 53.707 efectivos en el territorio nacional.
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El ministro del Interior, Juan Zapata, confirmó que se dispondrán 3 puntos de mando unificado que monitorearán minuto a minuto los comicios.
Los primeros resultados empezarían a ser emitidos por el ente electoral a partir de la 19.30 hora local (00.30 GMT).
Las autoridades electas tomarán posesión en noviembre de 2023 y ejercerán el cargo hasta mayo de 2025.
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Con información de Sputnik.