La nueva hoja de ruta del gobierno del presidente Gustavo Petro salió a la luz la segunda semana de febrero y su articulado es materia de revisión por expertos de diversas materias. En el caso del sector financiero, el artículo 71 donde se establece el esquema de datos abiertos para la inclusión financiera, fue una sorpresa.
Las finanzas abiertas, conocidas en inglés como Open Banking u Open Finance, son un innovador modelo de negocio que usa la tecnología para mejorar el acceso a los datos de los actores económicos. Con él, las entidades financieras pueden conocer mejor el comportamiento y los intereses de sus clientes y así crear productos y servicios a la medida de sus necesidades. A su vez, permite a los consumidores obtener mejores beneficios.
“Que la proyección para los próximos años que hace el gobierno para el sector financiero le dé un papel importante a los datos abiertos es una excelente noticia, pues lleva a Colombia a un nuevo estadio de desarrollo tecnológico y financiero, donde ya están otros países de la región como México y Brasil”, aseguró José Luis López, CEO de Finerio Connect y asesor experto de finanzas abiertas para varios países de Latinoamérica, incluyendo Colombia.
La inclusión de los datos abiertos en el Plan Nacional de Desarrollo se alinea con los objetivos y esfuerzos del sector desde antes de la llegada del gobierno Petro, pues su antecesor dejó firmada y con orden de reglamentación la ley de Open Finance. La Superintendencia Financiera, que debe entregar las reglas de juego en julio de este año, ha concertado mesas de diálogo con actores clave de la industria.
Adicionalmente, es la primera vez que se incluye en un documento de alto nivel la implementación de la tecnología en pro de mejorar el acceso y uso de los servicios financieros de los colombianos. “Es un buen síntoma para los bancos y las fintech que dos gobiernos que son opuestos ideológicamente vean en los datos abiertos una posibilidad para mejorar la condiciones financieras de los colombianos. Los datos en EE.UU y Europa hablan de su efectividad”, comentó López.
De acuerdo con Openbankproject, una empresa experta en Open Banking en el Reino Unido, en tan solo cuatro meses, de noviembre de 2021 a febrero de 2022, incrementó en un 25% el número de usuarios de alguna solución de Open Banking en Gran Bretaña. En la misma línea, de un año a otro se multiplicó por más de tres el número de transacciones hechas con Open Banking.
Tanto México como Brasil llevan ventaja en la región, pues han implementado esta tecnología en su sector financiero desde hace años. En el caso del país azteca, por el momento únicamente se cuenta con la regulación secundaria, que inició hace cinco años, en materia de intercambio de datos abiertos de cajeros automáticos, la cual aplica solamente para aquellos sujetos obligados que ofrezcan servicios por este medio.
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En lo que respecta a Brasil, de acuerdo con el Banco Central y la regulación que salió hace dos años, se desplegaron cuatro fases del Open Banking y el PIX, un sistema de pagos inmediatos que en menos de dos años se convirtió en el más usado a lo largo del país. Mientras tanto, para cerrar la lista de países latinos involucrados con los datos abiertos, Colombia, Chile y Ecuador iniciaron el proceso de reglamentación casi que a la par y están a la espera de conocer cómo se podrá desarrollar.
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