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Foro Regional de Política Educativa: manejo de la información, el mayor desafío para los sistemas educativos

La pandemia en el mundo ha hecho que los Sistemas de Información para la Gestión de la Educación (SIGEd) tengan que incluir nuevas variables y datos que antes no se tomaban en cuenta, lo cual representa nuevos desafíos técnicos para los ministerios del ramo.

Luego de un periodo crítico a causa de la pandemia del COVID-19, América Latina vive en carne propia las dificultades de sus sistemas educativos, que todavía están en proceso de despertar ante las nuevas necesidades y demandas que la actual coyuntura presenta, así como frente a la urgencia de contar con información pertinente, relevante y de calidad como insumo crítico para el planeamiento de la educación.

La coyuntura actual y el impacto de la pandemia, junto a las políticas de la Agenda Educación 2030 y las estrategias efectivas para su implementación fueron protagonistas en el más reciente  Foro Regional de Política Educativa, organizado una vez más por el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) entre el 3 y 5 de noviembre.

Más allá del desarrollo de este espacio en el que 29 países de la región, además de centenares de representantes de la sociedad civil y expertos de organismos internacionales y del mundo académico participaron, el debate quedó abierto de cara a 2022 para evaluar el rol de los sistemas de información y lo más importante, diseñar y reorientar políticas inclusivas en educación que respondan a las nuevas necesidades de la región.

 ¿Cuentan los países con los datos educativos necesarios para responder a la pandemia?

Saber cómo responder frente a las nuevas demandas del sistema educativo en América Latina y el Caribe es una de las preocupaciones más urgentes entre los expertos que participaron en las distintas instancias del foro presentadas durante estos tres días. Algunas de estas demandas explicitadas por los Gobiernos han sido: la importancia de contar con datos que permitan acompañar la organización de la educación remota, el monitoreo de la asistencia escolar en las diferentes modalidades propuestas, la planificación del regreso a la presencialidad y la medición del impacto en los aprendizajes, entre otras necesidades.

La emergencia sin precedentes que representó la pandemia en el mundo ha hecho que los Sistemas de Información para la Gestión de la Educación (SIGEd) tengan que incluir nuevas variables y datos que antes no se tomaban en cuenta, lo cual representa nuevos desafíos técnicos para los equipos de los ministerios del ramo.

“En el contexto de exacerbación de la desigualdad de oportunidades como consecuencia de la pandemia, para los países de la región es clave tener sistemas de información eficaces, capaces de producir datos válidos y confiables, pero sobre todo utilizar esos datos recogidos y sistematizados en el proceso de planear y gestionar los sistemas educativos” comentó Pablo Cevallos Estrellas, director de la Oficina para América Latina del IIPE Unesco.

En los distintos paneles de discusión se abrieron espacios de reflexión en respuesta a algunos interrogantes y con intervenciones centradas en la necesidad de generar sistemas de información sensibles que visibilicen y permitan diagnosticar fenómenos de exclusión en los sistemas educativos en la región. Esto mismo permitió plantear algunos desafíos para el futuro, como la necesidad de realizar un mayor aprovechamiento de la información que ya existe en la política educativa ampliación de las posibilidades de desagregación de datos mediante la combinación de fuentes de información, la importancia de incluir variables que permitan evidenciar algunos factores condicionantes de acceso, y mejorar las estrategias de uso de la información dado que la información por sí sola no genera mejoras.

”Lo que hemos aprendido de esta crisis es que hay consideraciones sistémicas que son urgentes para poder construir los sistemas de información, y consideraciones de tecnología avanzada. Tenemos que tomar en cuenta los aspectos legales, políticos e institucionales. Necesitamos ir construyendo capacidades humanas y de organizaciones y aplicar la tecnología de vanguardia: big data e inteligencia artificial”, señaló Satoko Yano, Especialista de Programa en la Sección de Política Educativa, División de Políticas y Sistemas de Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida de la sede de Unesco, en París.

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Un panorama sobre los retos y las oportunidades que marcarán la educación en América Latina (Conclusiones)

Algunas de las conclusiones generales encuentran puntos de coincidencia en la diversidad sociocultural y la desigualdad estructural en América Latina, y la importancia de los sistemas de información como un recurso fundamental para orientar la gestión de políticas educativas inclusivas, más aún a raíz de la pandemia. Algunos de estos puntos son la visión intersectorial y multiplataforma de los canales, así como un modelo “en red” de producción de información, con distintos actores que puedan aportar perspectivas complementarias.

Se destaca también el uso oportuno y efectivo de la información que se produce, y la importancia de que las escuelas, como actores clave, puedan hacer un uso óptimo de la información disponible, por lo que es necesario repensar el modelo de los sistemas de información para pasar de un modelo centralizado a uno más descentralizado. Asimismo, se deben establecer sistemas de información en redes conformadas por otros niveles de gestión tales como escuelas y direcciones regionales y locales. En ambas instancias se produce información cuantitativa y cualitativa valiosa que se encuentra subutilizada.

El desafío más importante es identificar la importancia del uso de la información para orientar la política educativa:

“La información por sí sola no genera mejoras, por lo que los esfuerzos no deben concentrarse solamente en la producción de información, sino también en fortalecer estrategias de uso de los datos para garantizar el pleno derecho a la educación”, resumió Cevallos Estarellas en sus palabras finales.

“El Foro Regional tiene un gran valor agregado para que los países puedan aprender entre sí y, en cierto modo, es una experiencia de aprendizaje entre países con contextos culturales similares y niveles de desarrollo comparables. También es una gran oportunidad para que se encuentren, en tiempo real, funcionarios y técnicos de alto nivel de casi todos los ministerios de educación de América Latina y el Caribe y los expertos en política educativa para intercambiar ideas y experiencias, y deliberar libremente sobre problemas reales que enfrentan”, concluyó.

Recomendaciones luego de los talleres en desarrollo del Foro Regional de Política Educativa, de la Unesco.

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