Una segunda colada de lava del volcán de la isla española de La Palma está a 200 metros de la costa y podría llegar al mar en las próximas horas, con peligro de que se produzcan gases y explosiones al entrar en contacto con el agua.
Según el último informe del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), el río de magma ubicado al suroeste de la Montaña de La Laguna “se encuentra a unos 200 metros de la costa y, si llegara al mar, se adoptarían nuevas medidas de protección a la población”.
La llegada del magma a la zona costera podría provocar explosiones y la emisión de gases nocivos perjudiciales para los humanos, por lo que podrían ordenarse nuevos confinamientos para la población en la zona de Tazacorte.
El DSN informó también que las coladas del volcán de Cumbre Vieja con mayor carga de energía y aporte de lava son las de las proximidades de La Laguna, que “continúan avanzando en dirección oeste y noroeste”.
Aunque las condiciones del aire se consideran en este momento “desfavorables”, las autoridades no adoptaron nuevas medidas porque no se rebasaron los valores máximos permitidos.
Debido a la nube de ceniza procedente del volcán, las compañías aéreas tuvieron que cancelar sus vuelos a la isla durante el domingo, aunque la previsión es favorable para las próximas horas y el aeropuerto está operativo.
Además, este lunes más de 4.600 alumnos y 583 docentes se reincorporaron a las escuelas de los municipios de Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte, que tuvieron que cerrar hace un mes a causa de la erupción.
Los datos que ofrece a diario el sistema europeo de observación terrestre Copernicus indican que el fenómeno volcánico que comenzó el pasado 19 de septiembre en La Palma ya arrasó 789 hectáreas de terreno y afectó 1.835 edificios de la isla.
Además de la constante emisión de lava, en la isla se registran continuamente seísmos que superan los 4,5 grados de magnitud.
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) detectó en la última noche treinta terremotos entre los 2,3 y 4,6 grados, el más intenso de los cuales se dio a 36 kilómetros de profundidad y fue sentido por la población.
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Con información de Sputnik.