Las autoridades de Colombia y Panamá con el apoyo de la Armada continúan la búsqueda de varios migrantes haitianos, entre ellos un bebé, que desaparecieron tras naufragar la embarcación clandestina en la que viajaban en la madrugada de este lunes cuando se dirigía hacia Acandí, municipio colombiano en la frontera con Panamá, para de allí pasar al archipiélago de San Blas, en el país vecino.
“Se sigue buscando, en coordinación con la Armada, a las personas que faltan por rescatar”, afirmó este martes el coronel Giovanni Puentes, comandante de Policía de Urabá (Antioquia), a la emisora local Blu Radio.
La embarcación zarpó en la madrugada del lunes desde el municipio de Necoclí hacia Acandí, pero debido al sobrecupo por las cerca de 30 personas que transportaba, naufragó.
En Necoclí permanecen varados unos 22.000 migrantes, en su mayoría haitianos, que buscan una opción de transporte para llegar a Panamá.
“Era una embarcación que no estaba preparada para este tipo de actividades, no cumple con las medidas de transporte marítimo seguro. Zarpó de un punto clandestino cerca de Necoclí y cuando iba en tránsito tuvo un hundimiento frente a Cabo Tiburón, en límites de la frontera con Panamá”, expresó el almirante Juan Ricardo Rozo, comandante de la Fuerza Naval del Caribe.
Tras el naufragio, 21 personas fueron rescatadas con vida, entre ellas cinco menores de edad, pero continúa la búsqueda de seis más, entre los que se encuentra un bebé.
“De acuerdo a entrevistas con el personal que se rescató, determinamos que eran 30 los que iban en la embarcación. De estos se han rescatado 21, entre ellos cinco menores de edad. Desafortunadamente hemos encontrado tres fallecidos (mujeres) y se está pendiente de rescatar a seis migrantes, entre ellos un bebé de ocho meses”, agregó el almirante Rozo.
Asimismo, dijo que “eran muy pocos los que tenían un chaleco salvavidas» y que partieron “de un punto no controlado”.
El naufragio ocurrió en medio de una crisis humanitaria por la permanencia de 22.000 migrantes ilegales en las playas de Necoclí, donde esperan un cupo en lanchas clandestinas ante la falta de oportunidades para acceder a boletos legales, dijo el lunes la Defensoría del Pueblo.
En una reunión que tuvieron las cancilleres de Colombia, Marta Lucía Ramírez, y Panamá, Erika Mouynes, en agosto pasado, ambos países acordaron un cupo máximo para el tránsito de migrantes de 500 personas cada día.
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Con información de Sputnik